Capítulo 79: La Ejecución

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- No puedes dejarme - Digo como si eso fuese a hacer que despierte - Tienes que quedarte conmigo - Añado y tomo su mano, para dirijirla a mi mejilla. Está fría, muy fría... Me acerco más a él, y no me importa lo que vaya a pasar, no importa si aún tiene veneno, lo beso en los labios. - Te amo - Digo y me largo a llorar otra vez. Volteo lentamente, para quedar de espaldas a él. Paso su mano derecha por encima de mi cintura, como cuando dormíamos juntos. Cierro los ojos y espero dormirme para jamás despertar.

Me levanto exaltada de la cama al notar que alguien comienza a zamarrearme.

- ¡Peeta! ¡Peeta, no! - Grito y me doy cuenta que me encuentro en el Distrito 13, que todo lo que acaba de pasar fue solo una pesadilla, que jamás ocurrió lo del suicidio, y que Peeta está bien.

- Oye, cálmate descerebrada- Me dice con una gran sonrisa - Él está bien, es posible que venga a la ejecución de Snow - Me dice y yo trago saliva. - Te escuché gritar y decidí venir, más vale que te haya pasado algo, porque no interrumpí mi sesión con Finnick para nada - Añade riendo y yo comienzo a reír también.

- Si, si pasó, Johanna - Le digo y ella al instante cambia su imagen y expresión de divertida y graciosa, a una completamente diferente, totalmente seria, donde la expresión de afecto es nula. - Tuve una horrible pesadilla, donde yo volvía al Distrito 12 para ver a Peeta y decirle todo lo que siento por él, y cuando llegaba a su casa, él... Estaba acostado en la cama, con unas "Jaula de Noche" en sus manos, se había suicidado. Y además, me dejaba una carta, donde decía que aún me ama, y que iba a estar siempre conmigo... - Le digo y me largo a llorar. Ella me abraza fuertemente y puedo notar que está intentando no llorar...

- Oye, tienes que hablar con él, lo harás luego de la ejecución de Snow, ¿Si? - Me sugiere ella y yo asiento - Ahora duerme, son las 9 de la noche, y mañana en la mañana tienes que estar despierta. - Añade y yo me acuesto en la cama nuevamente - Toma esto... - Dice mientras saca algo de su bolsillo. - Es el anillo de Peeta, creo que sería lindo que lo conserves hasta que hablen nuevamente - Añade y yo lo tomo y lo encierro en mi mano.

- Gracias, eres muy considerada Johanna, en serio, siempre pensé que eras una perra, y me equivoqué, no hay que juzgar a las personas sin conocer su pasado... - Le digo y ella me sonríe levemente y suspira. Eso alcanza para entender que quiere decirme "Duerme bien", ella se levanta y se retira lentamente de la habitación...

Me quedo acostada, mirando el anillo de Peeta. Puedo notar que tiene algo grabado: "¿Real o No Real?", entonces me saco mí anillo de compromiso y lo miro, tiene algo grabado también: "Real"... Me largo a llorar al ver esto, ya que no lo había notado anteriormente... ¿Por qué soy tan estúpida? Solo espero que esa pesadilla no haya sido algo así como una "advertencia", ya que podría estar salvando a Peeta en este momento... Lentamente, el llanto coopera con el sueño y provocan que me duerma.

Despierto y miro el reloj, son las siete de la mañana, dormí por diez horas... Me levanto de la cama, aún arropada por las sabanas y frazadas, ya que hace mucho frío... Lentamente me incorporo en la cama, dejando caer mis piernas al suelo. Me levanto y voy al armario en busca de ropa. Una remera azul abotonada, unos pantalones marrones ajustados, las botas que usaba para cazar en el Distrito 12, y por último, la cazadora de mi padre. Siento que me falta algo, alguna cosa que sea de mi madre y de Prim. Recuerdo que ella le dio un broche para el cabello a Prim una vez, pero como ella no lo quería, me lo regaló, y si no me equivoco, debo tenerlo guardado entre mis partenencias. Lo busco y ni bien lo encuentro lo tomo con fuerza. Es de color plata, con relieves de color dorado y una perla. Tiene forma a una especie de pluma, no sabría decirlo con exactitud. Recojo una parte de mi cabello y lo tomo con el broche, lo demás lo dejo suelto.

- Todavía me falta algo, y hoy lo voy a recuperar - Susurro para mis adentros, pero estoy segura que aún así, la voz fue audible, lo suficiente como para que alguien más en la habitación me escuche.

Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]Where stories live. Discover now