40. Nuevos clubs, nuevo sentimiento.

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Sé que quieren empezar a leer cuanto antes, así que seré breve: ¿Por qué SirumYem? Bueno, cuando no sabía qué nombres raros inventar para páginas como WP, puesto que mi nombre está siempre usado, fui a google traductor y traducí "te amo" en diferentes idiomas hasta que alguno me pareciera digno de un nombre. Sirum Yem significa "te amo" en Armenio.

*

Capítulo 40

—Jenna, ¿estás bien? —me preguntó Louis, aparentemente preocupado.

Jadeé buscando aire pero me atraganté y rompí a toser, apoyándome en la mesa y dejando que la mochila resbalara por mi hombro.

Levanté una mano extendida, en señal de que esperara.

—Todos a sus asientos —exclamó el profesor Thorton antes de cerrar la puerta detrás de sí.

Me dejé caer sobre mi asiento y apoyé la cabeza en la mesa.

—Por poco… no… llego —jadeé.

Louis rió como respuesta y se sentó a lado de mí, en su puesto usual.

Acababa de mudarme con Seth, al apartamento a lado del suyo. Justo después de despedir a Tayler en el aeropuerto, mi padre me llevó a donde él, y mientras ambos padres platicaban y tomaban vino en la cocina que pronto yo usaría, Seth me explicó cómo utilizar la lavadora y la secadora. Pero esa mañana, acostumbrada a mi despertador, me levanté realmente tarde: fue Seth quien me despertó con sus golpes en la puerta principal. Logramos cruzar el portal de entrada escolar justo cuando daba el timbre.

—¿Se te hizo tarde? —me preguntó Louis bajito, no queriendo llamar la atención del profesor al inicio de la clase.

Conseguí asentir, más por no quererme llevar una amonestación que por no poder hablar de corrido aún. Louis rió y se concentró en el pizarrón lo que restó de la primera hora.

Con la cabeza aún apoyada en la mesa, me dediqué a observarlo unos segundos. Lucía tranquilo, atento, indemne. Las personas se acercaban a él como era usual, y él los atendía con su habitual amabilidad y consideración, riendo y platicando con todos. Muy pocos sabíamos que para el próximo año no estaría con nosotros, pues él no quería hacerlo público sino hasta la última semana de clases, donde era muy probable que se organizaran para realizarle una fiesta de despedida. Hablaba conmigo como siempre, compartíamos respuestas en la clase de cálculo y nos sonreíamos mutuamente al comprobar que teníamos el mismo resultado. Me seguía consultando cuando tenía una duda, o cuando hacía una observación graciosa sobre el maestro, entonces ambos reíamos y yo me sentía como si deberíamos habernos hecho amigos antes. Compartíamos gustos, preferencias y… estábamos enamorados de la misma persona. 

Jamie no podía cruzar palabra con Seth, no soportaba ver a la persona con quien Louis podría ser feliz, no soportaba ni la idea. Sin embargo, Louis no demostraba resentimiento alguno hacia conmigo, a pesar de ser yo la novia de la persona que él estaba enamorado, con quien, a diferencia del caso de Jamie, Seth demostraba ser feliz. No pude sino aumentar mi admiración hacia mi compañero de banca.

No es que quisiera que me odiara, o me despreciara, ni mucho menos, pero no comprendía del todo cómo podía seguir conviviendo conmigo como si no le doliera. Jamie, por más que quisiera, no se atrevía a ver a Seth, de lo contrario, según él mismo me dijo en una ocasión, no se consideraba lo suficientemente fuerte para enfrentarse a una situación así.

Suspiré.

Cada uno era maduro a su manera, pero admiraba más la sensatez de Louis; no quería que me dejase de hablar por algo así. Aunque, pese a eso, comprendía la decisión de Jamie, y su poca confianza en su débil fuerza de voluntad.

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