18. Habitación 426

162K 6.7K 2.5K
                                    

Últimamente me han pedido mucho un capítulo narrado por Seth. Así que quieren saber qué pasa por esa cabecita, eh e.e Pues lo escribiré, me han convencido. Pero no será este capítulo, sino el siguiente. Y perdón por la demora, me habían castigado el internet, jeje.

Gracias por leer, disfruten :) 

***

Cuando Seth dejó de cantar, hubo silencio y después aplausos y más aplausos. Sentí que me aplaudían a mí, así que tomé a Seth de la mano y lo obligué a dar un paso al frente. La banda entera se presentó junto a él y me apresuré a bajar del escenario, demasiado abrumada y conmocionada como para pensar con claridad. 

Con los colores en la cabeza, jalé a Lily y a Melisa fuera de ahí. Me di la vuelta unos segundos. Seth ya no me veía, sino a Gabriel acusadoramente. Éste último sí me observaba, con unos ojos que me decían que tenía un secreto compartido. Me giré y salí de ahí sin querer saber nada de nadie.

-¡Dios mío, viste eso! ¡Lo viste, Melisa! ¡Dime que no soy la única! ¡Por el niño Jesús, Jenna! ¡Ése era Seth McFare! ¡Todo el mundo lo vio! ¿Sabes lo que eso significa? ¡Lo sabes, verdad!

-Lily, es suficiente.

-¿Pero qué dices? ¿Suficiente? ¡Apenas estoy empezando!

-Lily.

-¡No pongas esa cara después de lo que acaba de pasar! ¿Estás enojada? ¡Mierda, Jenna, a tí no se te puede dar gusto!

-¡Lily, escúchame! -le grité exasperada haciéndome oír entre la multitud y la nueva canción de otro grupo comenzando. Lily no dijo nada más pero yo tampoco encontré palabras. Me sonrojé de repente. -Fue puro teatro. 

-¿Qué? -habló Melisa por primera vez. 

-Eso. Puro teatro. Las tres sabemos que Seth no es así. ¡Por favor, chicas! ¿En serio se lo creyeron? 

-Yo no lo creo así, Jenna. Eso se veía demasiado real.

-De eso se trata el teatro, Melisa. Casi me lo trago hasta yo -repliqué. Sin embargo, ni siquiera yo pude creérme mis propias palabras. Por dentro, estaba bailando de felicidad y al mismo tiempo, proyectando ésto último exteriormente, también estaba enojada porque había hecho de mí ahí arriba lo que él quería, había caído prácticamente rendida. Lo peor de todo es que quería que eso fuera real. ¿Cómo explicarles el secreto que nos unía a Seth y a mí? Sabía que lo que había hecho tenía una segunda intención, Seth es astuto y yo no soy tonta. Lo difícil era convencer a mis amigas de ello sin revelarles nada. 

Aunque, si lo pensaba con detenimiento, tenía bastante sentido que Seth hubiera hecho eso de la nada, si las razones eran las que mis amigas y todo el mundo creían. Además, lo que había pasado las últimas horas... 

-No lo sé... - les murmuré. -Supongo que la confundida soy yo. -Sólo lo dije para calmarlas, pero no lo pensaba así. Iría a hablar con el hombre en ese mismo instante. 

-Yo también creo eso -Lily se cruzó de brazos. 

-Y yo -condordó Melisa. Fingí una sonrisa tímida. 

-Lo siento... saben que no estoy acostumbrada a esto -en parte era cierto, pero no era eso lo que quería decir. 

Lily me sonrió, comprensiva. Lily, la que tenía más experiencia con chicos que Melisa y yo juntas. Ella venía de una infancia un poco difícil, su hermana le había presentado demasiados chicos a una corta edad, por lo que a sus dieciséis años sabía más de lo que le gustaría el sentir algo por alguien y el dolor que venía después. Pero Lily a veces podía ser un poco ingenua, y eso la llevaba a cometer más errores. 

CambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora