24. La otra mitad del verano

160K 5.5K 2K
                                    

Recuerdo las primeras semanas de vacaciones con un vago sentimiento de opresión.

Lo único que hacía era tirarme en la cama para llamar a Jamie, a Lily o a Melisa. Había veces que hablábamos los cuatro juntos, aunque, de tanto silencio, llegaba a dudar de la presencia de Jamie detrás del teléfono. 

Un día, al final de la conversación, le pedí que no colgara.

-¿Jamie? -le pregunté.

-¿Hm? -respondió, como si estuviera ocupado haciendo otra cosa.

-¿Todo bien? Te noto muy apagado estos días. Estás muy callado -me senté en la cama, en posición mariposa.

-Soy callado. 

-No, eres más hiperactivo, tal vez no hables tanto, pero te ríes a menudo y te mueves más.

-Bueno, ¿cómo sabes que no me estoy moviendo si no me puedes ver? -bromeó. Reí.

-Ya te digo, te noto muy apagado. ¿Pasa algo?

-Estoy un poco ocupado, es todo.

-Armar un rompecabezas no es estar ocupado.

-¡Claro que sí! Es una muy dificil labor.

-Entonces deja de hacerlo y charla conmigo. 

-Vale -un silencio y escuché algo moverse. -Ya. ¿De qué quieres charlar?

-De lo que te pasa. ¿Tiene que ver con Louis? 

No me contestó, por lo que asumí que la respuesta era afirmativa. 

-Diablos, ¿qué pasó ahora? No entiendo por qué tienen problemas, ambos son buenos chicos. Louis no tiene problemas de temperamento  -no comparado con Seth -, es responsable, y maduro, y lo suficientemente serio como para tomarte con seriedad -no como Seth -. ¿Cuál es el problema?

-Él sigue enamorado de Seth.

-No puede ser...

¡Madre mía, todos están enamorados de Seth! Le iba a dar una patada en la cara a éste hombre para que dejara de atraer a sus dos mejores amigos. 

-Sí, sí puede ser -me respondió.

-¡Pero cómo!

-Claro, pregúntamelo a mí.

-Supongo que sigues odiando a Seth.

-Como no tienes una idea.

Reí, notando su tono de voz bromista. Aún lo odiaba, pero trataba de tomárselo a la ligera, más para tranquilizarme que para otra cosa.

-¿Y tú estás enojado con él? -le pregunté después de un silencio.

-Algo así, pero no es por eso. Le estoy dando tiempo. Él se presiona sólo, y eso es lo que no me gusta. Le digo que se calme y que se tome el tiempo para tranquilizarse pero sale con presiones hacia él mismo. Y le dije que se tranquilizara. Y desde entonces no hemos vuelto a hablar.

-Oh. Ya veo. Entonces es un problema que tiene él. 

-Exacto. 

-¿Y qué es lo que te tiene tan preocupado?

-Que siga presionándose. 

-Jamie, se presiona porque vive con Seth, y piensa que debe quitárselo de la cabeza lo más pronto posible, o no podrá abrirse a personas como tú. ¡Sus cuartos están juntos, Dios mío!

-Lo sé, ya he ido. Y sí, también sé eso, pero le dije que no tenía prisa. Ni él ni yo. Oye y hablando de prisas -cortó el tema -¿ya le dijiste a Seth?

CambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora