El Corazón De Douglas #Wattys2018 [Completa]

Capítulo 38: "Disculpa, pero me estás pisando la sombra"

Lucienne

Acababa de dejar solos a esos dos, están tan enamorados el uno del otro que no se dan cuenta de lo evidente, pero todos los demás que estamos a su alrededor lo podemos ver a simple vista.

En la soledad del apartamento, me di cuenta, de que tenía que hacer algo en mi vida, cambiar algo. Empecé a revisar mi lista de cosas pendientes, la que había hecho en mi memoria cuando estaba bajo el agua, y me di cuenta de que mi corazón me estaba pidiendo a gritos una aventura.

Por eso, decidí, que estaba lo suficientemente desesperado como para recurrir a una de esas cintas de autoayuda, que me ayudara a encontrar a una chica que me gustara lo suficiente como para enamorarme de ella.

Bajé las escaleras del apartamento y salí a la calle en busca de una aventura.

Caminé calle abajo, siguiendo las indicaciones de la gente, hasta que llegué a un centro comercial, que tenía lo que estaba buscando. Me compré un Ipod y me descargué el primer manual de ligoteo que encontré, que se llamaba "Cómo encontrar una chica de ensueño con unos simples consejos".

Yo no creía en los manuales, ni nada que tuviera que ver con la autoayuda para conocer a tu pareja, pero algo en mi interior me estaba diciendo que lo probara, que no perdía nada por intentarlo.

Le di al play, esperando a que sonaran las grabaciones, me fui a un parque cercano y escuché toda la grabación sentado en un banco, percatándome de que, para seguir todas las instrucciones tenía que escuchar la grabación en el mismo momento previo de conocer a la chica, no horas antes. Se me hizo prácticamente de noche, mientras pensaba en cómo lo iba a hacer y con quién iba a hacerlo.

Al final decidí, que como era una tontería que había salido de mi cabeza, la cuál no se encontraba en buenas condiciones últimamente, no la pondría en práctica, y simplemente me marché al apartamento para descansar.

Antes de subir al apartamento para descansar, decidí darme una vuelta para ver cómo habíamos aparcado la caravana, y si estaba o no segura en el sitio en el que la habíamos aparcado.

Me llevé una sorpresa enorme, al ver que una chica morena con gafas, piel blanca  y medianamente delgada, estaba sentada con la cara escondida entre las rodillas en la puerta de la furgoneta. Escuchaba sus lágrimas corriendo por sus mejillas a medida que me iba acercando. 

En ese momento, lo tomé como una señal, no era de las típicas chicas que me suelen gustar, no era para nada mi tipo, nunca me fijaría en alguien como ella, por eso, me di cuenta de que era la clase de chica con la que te apetece creer en la aventura, y con aventura me refiero a aventurarte a conocerla, porque algo me estaba obligando a actuar por primera vez de forma impulsiva. Antes de que notara mi presencia, me coloqué los cascos, y me dejé guiar por el manual, aún sabiendo que lo más probable era que no tuviera ningún futuro lo que estaba a punto de hacer.

Escuchado el manual entero de nuevo, decidí empezar con el primer paso, decir algo egoísta que fuera difícil de entender y  que no tuviera que ver con un aspecto físico de la chica en cuestión. En resumen, que solté la primera tontería que me vino a la cabeza.

—Disculpa, no sé si te has dado cuenta—me decidí a interrumpir sus lágrimas—. Pero me estás pisando la sombra—hice mucho esfuerzo en ese momento para no reírme por la tontería que acababa de soltar.

La chica se secó las lágrimas, me miró directamente y me dijo:

—¿Es que no tienes corazón?—cuando por fin me miró, pude descubrir el color que sus ojos escondían en aquellas pequeñas rodillas, eran de un azul intenso, como el hielo de las películas, casi tirando a blanco cristal—. ¿Ves a una chica llorando y solo se te ocurre decirle eso?—comenzaba a sentirme mal, pero, quería seguir el manual al pie de la letra, por lo que continué siendo un completo egoísta.