Capítulo 18: Una vieja Volkswagen verde muy moderna y unos mejillones con rayas

616 121 13
                                    

Lo que había debajo de la sábana era algo que no podía creer si no lo estuviera viendo con mis propios ojos, mi hermana había encontrado la caravana con la que soñábamos cuando pequeños, que imaginábamos en nuestros cuartos cómo sería viajar por todas las carreteras y llegar a todos los lugares, lo que me había dejado con la boca abierta era que tenía cada detalle, hasta las flores hippies, era una pasada de caravana. Recorrí de un lado a otro cada recoveco del impresionante vehículo, enamorado de ella, y con el objetivo de comprarla, comencé a negociar con el vendedor:

      — Me gusta, pero está un poco vieja, tiene mucho polvo encima, ¿cuánto cuesta? — el vendedor debió de ver mis intenciones, porque dijo el precio sin que se le moviera un solo músculo con frialdad en la mirada.

— Dieciocho — parecía que esa oferta iba con rotundidad, menos mal que estaban los móviles para abaratar los precios.

Saqué mi Huawei P9, lo desbloqueé con mi huella digital y comencé a buscar precios de Volkswagen nuevas y de segunda mano, cuando terminé de ojear, me di cuenta de que era un precio bueno, pero que se podía rebajar. Le miré con convicción y formulé mi oferta:

— Trece — no pareció estar muy convencido con mi oferta.

— Dieciséis y pierdo dinero — ya se estaba acercando a mi precio, la cosa iba como tenía que ir.

— Catorce y medio, y pago más de lo que debería — le ofrecí mi mano para que la estrechara y así cerrar el trato.

Minerva se acercó al hombre que parecía reacio a aceptar mi oferta, y con lo que le susurró, el hombre cambió el semblante y comentó:

— Ella es la verdadera negociadora, acepto tu oferta — tenía una sonrisa de oreja a oreja cuando estrechó mi mano enérgicamente.

Atónito, le pregunté a Minerva:

— ¿Qué le has dicho para que haya aceptado el precio? — ¿tan buena negociadora era?

— Aprende de la mejor, Douglas, puede que tú sepas de chocolate, pero en temas de dinero no hay quien me gane — y que yo siendo contable no haya conseguido un mejor precio que ella, debería darme vergüenza.

— Lo que tú digas, vamos a por las llaves, nos espera el primer destino — dije con ilusión, la caravana verde aunque era vieja era una pasada, no podía creer que mi hermana aún se acordara de aquello.

Me dieron las llaves y emprendimos el viaje, antes de salir, saqué el cuaderno de Noêlle y se lo di a Minerva:

— Te nombro encargada de los destinos — confié en ella.

Minerva cogió el cuaderno, lo abrió y tras observar el primer destino lo dijo:

— El primer destino es París, no estamos lejos.

 Con tanto ajetreo en mi cabeza, no había visto, que pese a su antigüedad la caravana tenía una radio muy moderna, con un equipo de música nuevo, ¿cómo era eso posible?

      — Voy a poner EuropaFm — le dio a botones con gran agilidad, lo que me indicaba que ella tenía algo que  ver en que de repente apareciera un equipo de música nuevo en un coche tan viejo.

— No me gusta desconcentrarme con la música — le pedí que bajara un poco el volumen.

— ¿Está sonando Coldplay, en serio me estás diciendo eso? — la mirada que me estaba echando me hizo parecer un viejo.

— Yo no suelo escuchar música por lo que no sé quién es quién — le expliqué de nuevo.

— Pues yo en este viaje sin música no sobrevivo — volvió a subir el volumen.

El Corazón De Douglas #Wattys2018 [Completa]Where stories live. Discover now