El Corazón De Douglas #Wattys2018 [Completa]

Capítulo 26: "Las hormigas también son personas"

El segundo día en París, estaba dormido, cuando los brazos de Lucienne me zarandearon como si de un saco de boxeo se tratase, lo que me generó un posterior dolor de cabeza, lo noté cuando estaba en la ducha, mis neuronas estaban mareadas. Al salir de la ducha, empecé a analizar, ya con la capacidad reflexiva que me había proporcionado el agua fría, no estaba seguro de si mis pensamientos estaban mareados por el brusco zarandeo de Lucienne o por el baile que tuve hace unas horas con Minerva, que había confundido a mi mente.

Caminé por el pasillo en dirección a mi habitación, no pude evitar escuchar un sonido, en concreto se trataba de la canción "Love Yourself",  Minerva estaba cantando la canción, la melodía procedía de su habitación. Al acercarme a la rendija de la puerta, atravesar con mis ojos los pocos centímetros de visión que me permitía el estar prácticamente dentro pero sin estarlo, pude verla en la distancia, se estaba duchando con la puerta abierta, entonces contemplé su desnuda espalda enjabonada desde la distancia, se estaba moviendo en la ducha al ritmo de la música, no lo hacía nada mal. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no podía evitar quedarme parado allí en medio, observándola, hacía tanto tiempo que no la veía cantar, que ya se me había olvidado la voz tan suave y delicada que tenía.

Recuerdo que cuando éramos pequeños, ella cantaba a todas horas, recitaba todas las canciones de memoria, porque quería mejorar su español y se ponía las letras de las canciones en inglés y luego las traducía, tenía un cuaderno entero lleno de letras de canciones.

Cuando volví en mí mismo de esa distracción producida por el recuerdo momentáneo del ayer, me di cuenta de que al volver a dirigir mi vista en la dirección de mi amiga, estaba saliendo de la ducha, me entró un calor repentino, sofocante, molesto y abrasivo, como si anoche hubiera cenado fuego a secas, como si un desierto ardiente me hubiera invadido aprovechando la situación. Eché la cabeza hacia otro lado rápidamente, me hubiera sentido muy culpable luego, pero aunque evité la confrontación directa, la imagen se había instalado en mi mente, por lo que mis mejillas se enrojecieron y mi nariz comenzó a sangrar, mi cuerpo habló por los dos. Lucienne que me había pillado delante de la puerta de Minerva paralizado, se acercó a mí y dijo en voz baja para que Minerva no nos oyera mientras caminaba en dirección a las escaleras:

    — Con que no te gustaba ehh , quítate de ahí antes de que te vea , anda — señaló la puerta de la habitación de la castaña.

Yo, que no sabía que responder, me limité a echar la cabeza hacia atrás para que se cortara la sangre, me aparté lentamente de la puerta y comenté:

— Solo somos amigos, es que me he percatado de que su puerta tenía algunas magulladuras y quería ver si las podía arreglar — me crucé de brazos.

Lucienne tenía un pie en las escaleras, pero antes de bajar, se giró y dijo:

— Tenías los ojos metidos en la rendija de su puerta atontado, un poco más cerca y acabas dentro de su cuarto — ladeó la cabeza de un lado para otro mientras lo contemplaba alejarse.

Iba a meterme en mi habitación, pero los dos minutos que había perdido con Lucienne le dieron a Minerva el tiempo necesario para vestirse y querer bajar a desayunar, por lo que se encontró conmigo al abrir la puerta de su habitación, no delante de la puerta embobado, obviamente, me había dado tiempo a coger la distancia suficiente como para que no me diera con la puerta en las narices al abrir, sin embargo, pese a la lejanía prudencial, no había conseguido llegar a mi habitación.

 Ella, al ver que estaba despierto, soltó:

— Buenos días, Douglas, ¿cuál es el plan para hoy? — me miró sonriente.

Debería haber respondido de inmediato, para que no sospechara nada, pero en vez de eso me quedé sin palabras, mi lengua se había escondido en el lugar más recogido de mi boca, por lo que me había quedado mudo momentáneamente.