Capítulo 30: El siguiente lugar de la lista

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Me desperté con Minerva a milímetros del perfil de mi cara, podía sentirla respirar sobre mis labios, al parecer se movía mientras dormía. Lucienne estaba roncando pegado a la otra esquina de la cama.

Aproveché que no había nadie, para salir, bajar la escalera, y dar un paseo matutino por la playa. Miré mi móvil y me di cuenta de que eran las nueve de la mañana, me puse a mirar los mensajes de mi móvil, que podía hacer sin problema, porque mi empresa tenía contratada una compañía que me permitía mandar mensajes aún estando en el extranjero.

Caminé por la arena, y al darme cuenta de que la gran mayoría de los mensajes eran de mi amiga y jefa, Ana, decidí llamarle para hablar con ella. Al segundo tono me lo cogió:

- ¿Douglas? ¿Eres tú? - la pregunta era un poco evitable, ya que podía ver perfectamente de quién se trataba en la pantalla de su móvil.

- Sí- contesté con brevedad.

- ¿Qué tal va tu viaje?- preguntó mi amiga intrigada.

- Si te digo dónde estoy ahora mismo no te lo creerías- me costaba a mí creerlo.

- Inténtalo, no creo que puedas sorprenderme.

- Estoy en una playa en La Rochelle- el café que en ese momento se estaba tomando mi jefa debió atragantársele en la boca, porque escuché como tosía desde el otro lado de la línea.

- ¿Qué haces tan lejos de París? ¿Ese es el próximo destino seleccionado por tu hermana?- entonces recordé que aún no lo había mirado, no tenía ni idea de adónde nos iba a enviar mi hermana.

- Te lo cuento la próxima vez que hablemos- me despedí de Ana con prisa.

Colgué el teléfono y caminé de vuelta al hotel, subí hasta la habitación, me dirigí a la mesilla que estaba en frente de la silla en la que descansaba mi sudadera amarilla y abrí el cajón, topándome de nuevo con el cuaderno. Abrí el libro y vi la siguiente anotación "Tu número favorito, más el mío dividido por dos ".

Recordaba su número favorito a la perfección, era el '7', porque decía que representaba las oportunidades de vivir que tiene una persona, bueno y también porque le hacía gracia el número, decía que le recordaba a un avestruz que tiene escondida la cabeza bajo la tierra. El mío era el '2', y no porque me recordara a nada o porque tuviera algún significado, era simplemente porque ese número estaba en el tocador de mi madre, y como era lo único que recordaba de ella con la nitidez que mi memoria me permitía, pues decidí conservar ese número en mis recuerdos y hacerlo de mi propiedad, aunque no me perteneciera, pero así sentía que tenía algo que era de mi madre y mío a la vez.

Hice el cálculo mentalmente, pero no entendía nada, al mirar en el cuaderno, no encontré ninguna página en la que pusiera "cuatro coma cinco". Estaba claro que el segundo acertijo tenía más complejidad que el primero, porque mi hermana seguramente habrá seleccionado los problemas más interesantes.

De repente, cuando estaba concentrando en mi silla pensando una posible solución al problema, me sobresalté al notar que alguien apoyaba su mano sobre mi hombro izquierdo.

Al sobresaltarme, me encontré con Minerva, que recién levantada, con los pelos medianamente desordenados, no solo era guapa, sino que seguía destacando entre todo lo que podía distraer a mis ojos que hubiera en aquella habitación. Ella apoyo su barbillla sobre mi hombro, ojeó de cerca el cuaderno, vio mis anotaciones en el lateral de la hoja y dijo:

- Veo que el segundo acertijo compensa las facilidades que tuvimos con el primero- no iba desencaminada, el problema en cuestión me iba a llevar mis tiempos de reflexión.

El Corazón De Douglas #Wattys2018 [Completa]Where stories live. Discover now