Paranoia [Teen Wolf]

17. ¡Ten cuidado si eres médico!

El resto de nuestros compañeros miraban con extrañeza a la puerta, donde Scott y la profesora Blake desaparecieron. Pero después se pusieron a hablar entre ellos como si de una hora libre se tratase. Me quedé sentada en mi silla, con los brazos apoyados en la mesa. Observé a Stiles moviéndose de un lado a otro hablando con papá.

Sentí que la mesa vibró y reconocí que era mi celular. En la pantalla vi el nombre de Isaac. Fruncí el ceño ante la llamada pero atendí al instante.

—¿Isaac? ¿Qué ocurre? ¿Está todo bien? —desde lo que ocurrió en el motel, estoy atenta a cualquier cosa respecto a mis amigos lobos.

—Sí, sí —respondió rápido él. Dejó un silencio en la línea, pude escuchar que se movía a algún lado, tal vez para privacidad—. ¿Le contaste a Derek sobre el motel?

Alcé las cejas sin esperarme tal comentario — Erm... Sí, ¿por qué? —oí su suspiro.

—Pues eso lo explica —dijo Isaac aunque parecía estar hablando consigo mismo. Fruncí el ceño. Insistí para que me dijera a qué se refería. Finalmente dejó salir un bufido y dijo: — Como que él... Me golpeó.

—¿Qué?

—No dijo nada. Simplemente me dio un puñetazo y luego siguió como si nada —coloqué una mano sobre mi rostro después de escuchar su anécdota. Lo último que quiero es que Isaac y Derek estén en malos términos por mí. Solté un suspiro.

—¿Estás con él?

—Eh... Sí, pero...

—Déjame hablar con él. —le interrumpí en modo comando. No le voy a regañar porque, primero, no soy su madre, y segundo, porque no quiero causar más problemas. Sólo quiero dejarle en claro que lo que pasó con su Beta no volverá a ocurrir y que Isaac tampoco tenía total control de sus acciones cuando me besó. Eso quedó claro porque después del beso, cayó dormido.

—No, no, él no sabe que te estoy llamando —negó con rapidez. Podía verle sacudiendo la cabeza y ocultándose en alguna esquina.

—Isaac —regañé. No iba a pasar por alto aquello. Isaac soltó un sonoro "shh" como si me pidiera que no hablara tan fuerte. Escuché movimiento al otro lado de la línea. Probablemente Isaac estaba ocultando el celular o tapando el micrófono—. ¿Isaac?

Tardó unos segundos en volver a hablarme — Te lo diré rápido. Él no quiere decírtelo, pero esta noche vendrán los Alfas y van a atacar.

—¿Qué? ¿Cómo lo sabe? —cuestioné de repente. Una preocupación me invadió el cuerpo. Sabía que el momento en que Deucalion vuelva a atacar a Derek sería pronto. Estaban en una pequeña guerra, ninguno de los dos se detendrían. Deucalion no hasta conseguir lo que quería y Derek tampoco hasta que todos estemos a salvo de los Alfas. Es un círculo vicioso considerando que el Alfa de los Alfas quiere a Derek en su equipo, y para ello, Derek debe matar a su manada.

—Pintaron su símbolo en la ventana en la noche —me explicó Isaac—. Cora nos llamó a Boyd y a mí para ayudarle.

—¿Dónde está Cora? —interrogué. Sé que ella vio el símbolo y se preocupa por su hermano mayor. Por eso llamó a dos de sus Betas para que le ayudasen a protegerle. Me sorprende que ella no esté ahí, pero luego pienso en el lobo gruñón. Probablemente le dijo que vaya al instituto, que intente ser una adolescente normal y que le dejara, que ese era su problema. Claro que sí.