|31|ODIO AMARTE.

23 5 0
                                    

- Tu cabello es muy lindo- dice una dulce voz a lo que reconozco como la recepcionista, esta deja de deslizar el cepillo y tira un poco de mi pelo soltando una risita- ya, chica. Deberías estar alegre. Hoy de termina todo

-Lamento decepcionarte pero no coincidemos en absoluto a lo que "alegre" se refiere- respondí cruzandome de brazos, me sentía como un muñeco al que estaban manejando a su antojo. Luego de la charla con Ryan me separaron de Caleb llevandome a otro lugar completamente desconocido, me bañaron y como si no fuera suficiente también vistieron de mí. No sabía si sentirme ofendida o agradecida, después de todo hubiera resultado difícil hacer todo aquello sin poder ver.

Sentí dos brazos rodear mi cuerpo y un abrigo cubrir mis hombros desnudos. Tragué saliva sin evitar sentirme incómoda.

Sasha murmuró algo que no pude comprender muy bien caminando lejos de mi, al poco tiempo regresó volviendo a tocar mi cabello.

-Eso es perfecto...- aseguró volteando mi cuerpo- estás frente a un espejo, Stella y te aseguro que si pudieras verte estarías orgullosa de ti misma. Eres muy hermosa.

-Siento como si estuviera a punto de casarme- dije con sinceridad - y pensar que solo se trata de mi última hora de vida.

-Oye, aún no sabes que pasará y yo apunto por tu equipo.

Lastima que yo no. Siento mi labio temblar y cubro mi rostro con los mechones de cabellos sueltos llevando una mano directo a mi estómago cuando se revuelve por los nervios. Necesitaba tener a Caleb cerca.

-¿Cuánto falta?- pregunté.

-Sólo cinco minutos. Ryan dijo que que su hermano estaba casi listo ¿No necesitas nada más?- negué con la cabeza caminando con ambas manos extendidas hasta tocar el borde de la silla y sentarme sobre ella.

-¿Puedes hacerme un favor?

-Lo que sea.

-Si no salgo de aquí... Necesito que te conviertas en una mensajera- dije sonriendo con melancolía. La silla frente a mi se corrió hacía atras por lo que suspuse que tomó asiento.

No confiaba en ella, estaba con Ryan y ese ya era un motivo justificado pero no contaba con nadie más para ser escuchada puesto a que me encontraba encerrada o eso era lo que suponía. Ni siquiera sabía donde estaba. Había pasado poco tiempo con Sasha y no sabía exactamente si se trataba del miedo pero había algo en ella que me hacía confiar.

Ser mensajera después de todo no era un gran trabajo.

-Dile a mamá que la amo ¿Si?- comencé ignorando el nudo que se formaba en mi garganta- a pesar de lo muy gruñona o mandona que sea, que le agradezco por intentar cuidar de mi a su manera y a papá por favor que si necesita levantar su voz para ser escuchado que lo haga. Apuesto a que ella se enojara pero no puede vivir toda su vida callando las cosas. A Lizzy y Scott que hacen buena pareja a pesar de que al principio no me pareció... ¡Vamos!¿Mi mejor amiga con mi ex novio? A Scott dile que lamento todo... Desde ocultarle cosas hasta las mentiras. A Parker que fue un buen amigo y capitán, sorprendentemente bueno y fuera de todas expectativas.

<<No sé que es lo que exactamente sucedió con Fred pero debo suponer que pasó por cosas horribles, que no está sólo. Apuesto a que no se imagina lo que sus amigos batallaron para verlo bien.>>

-¿Nadie más?- preguntó posando una mano sobre mi muslo y negué con la cabeza.

No tenía demasiados amigos o conocidos a los que le tuviera afecto.

Y para mi sorpresa me encontraba mejor que antes.

Sasha se puso de pie luego de un largo silencio, su mano tomó la mí indicando que era hora de salir. Tragué saliva nerviosa y deje que me guiara por un largo pasillo, después de unos quince pasos giramos hacía la izquierda y no pude evitar controlar mis ansias cuando el aroma a comida llegó a mis fosas nasales. Acerco mi cuerpo al centro de la habitación y ayudó a sentarme, recogió parte de mi vestido sobre la silla.

VALENCEWhere stories live. Discover now