|6| LUNA ENDEMONIADA.

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-¡No puedes seguir negándote!- gritó Lizzy en mi oído y pude sentir como Scott se reí con su brazo por sobre mis hombros, rodé los ojos.

-Ella tiene razón- la apoyó y tuve ganas de pegarle a ambos.

Aquellos momentos en los que se aliaban sin duda era de los peores, una discusión normal se transformaba en pelea de una jauría.

Una sonrisa atravesó mis labios y asentí, habían estado insistiendo todo el camino para que fuera a aquella maldita fiesta y la verdad era que no se me hacía tan indiferente para ser sinceros. Me sentía bien y por algún motivo necesitaba descargarme,  una fiesta era la excusa perfecta aunque tenía un gran problema.

Mis padres.

-Después de todo no será tan malo- respondió Lucy, quien venía detrás de nosotros junto a sus primos, por lo que había entendido.

Seguían sin caerme bien, pero tampoco podía deshacerme de ellos. El conocer a un vampiro no me convertía en sicaria. Y mucho menos podía ser ta mala con ella teniendo en cuenta que solo intentaba adaptarse.

-Podemos hacer una parada en el cementerio- Fred susurró algo emocionado cuando llegamos a la puerta del salón y negué en la primera oportunidad que tuve- necesito que vayas, Stella. Estabas la primera noche y te necesito para cerrar el circulo.

Una sensación cálida recorrió mi cuerpo poniendo mis pelos de punta lo que me confirmó que alguien nos observaba. No voltee, sabía quien era.

-Lo siento, pero no pienso regresar- respondí ignorando todo tipo de suplicas, colgué la correa de la mochila sobre mi hombro despidiéndome de Scott y Charles, que se encontraba en su escritorio antes de comenzar a caminar en dirección a la clase de lacrosse.

Un repentino enfado cruzó cada parte de mi cuerpo, no podían insistir en que regresara, había tomado mi decisión desde el primer momento en que pise la comisaria. Además con todo lo que estaba pasando... había logrado darme cuenta de que no todo era tan falso  como creía hace algunos meses.

Solté un suspiro llevando mi cabeza hacía atrás antes de hundirla entre mis manos llenas de agua y volver a repetir el proceso repetidas veces hasta sentir mis muñecas debilitarse por el esfuerzo. Me separé del fregadero mirando a través del espejo, encontrándome sola en los vestidores de mujeres en horas de clases y coloqué un top deportivo sobre mi torso desnudo junto a una blusa de tirantes cubriendo las manchas, antes de salir al campo de entrenamiento.

Tenía tanto calor y sueño,  por la noche apenas había logrado dormir, las pesadillas volvieron y tuve que llamar a Caleb a eso de las cuatro de la madrugada. Por suerte también estaba despierto.

-¡Stella!- Parker gritó tomándome por sorpresa, parpadee volviendo a la realidad y una sonrisa tiró de mis labios al encontrarme con mi nuevo amigo- pensé que no volverías- dijo colocando sus hombreras.

-No había estado muy bien- respondí con sinceridad.

-Eso me dijeron al igual que me contaron sobre un chico, que estaba acosándote. Puedes hablar conmigo si eso quieres, recuerdo que se boxeo- imitó movimientos raros con sus manos y reí.

-Ni te preocupes, estoy bien ¿Tú?

-De maravilla- miró el horizonte en forma dramática- de maravilla.

- Eres un tonto- reí sintiendo una carga repentina en mi cuerpo tan conocida-Caleb- murmuré girando en su dirección.

Parecía enojado.

-Ya ni siquiera puedo sorprenderte- dijo distante y con la mandíbula presionada hasta tal punto que podía notar sus venas crecer.

-Hermano- Parker lo saludó y al ver su expresión se apartó diciendo que tenía cosas por hacer.

VALENCEWhere stories live. Discover now