|15| MALOS ENTENDIDOS.

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-¡Caleb, detente!- grité una vez más antes de ver como una almohada salía volando.

El cuerpo de Caleb desapareció una vez más para reaparecer junto al escritorio, tomó un boli que se encontraba sobre el y comenzó a lanzarlo por el aire en forma de círculos. Clavó sus ojos en mi y sonrió con malicia.

Oh... No.

-No lo hagas.

-¿Me dejarás salir?- preguntó arrastrando las palabras y negué de inmediato. Dos segundos despues me encontraba esquivando el objeto.

-¡¿Estas loco?! Por poco y me lo hundes- chillé.

Cuando las personas estan ebrias por lo general suelen hacer cosas estúpidas, ser extrovertidas de todas las formas posibles y cometer locura tras locura haciéndolo algo insoportable. Pero un vampiro ebrio, un vampiro ebrio era mucho peor teniendo en cuenta que, desde que Parker me ayudó a cargar con él hasta el apartamento, no había dejado de utilizar sus habilidades para destrozarlo de arriba abajo.

Llevé una mano al puente de mi nariz tratando de contener una risa cuando cayó al suelo golpeando su cabeza en un fuerte golpe. Caleb me miró algo molesto antes de sonreir como un niño y comenzar a cambiar de forma.

Lizzy, Charles, la señorita Aurora, mi padre, Parker, Fred, Lucy y otros desconocidos más aparecieron delante de mi en lo que fueron segundos. Hasta que adoptó la forma de Scott, convirtiéndolo en algo mucho más serio. El sabía el efecto que tenía sobre mi teniendo en cuenta que había pasado tiempo desde la última vez que lo vi, sin embargo tuvo la consideración de acercarse a mi cuerpo de tal amnera que me vi obligada a elevar mi cabeza hacía arriba para observarlo mucho mejor. La viva imagen de Scott estaba allí, con su cabello rubio y ojos verdes, observando de una forma inapropiada mi cuerpo dentro de aquel vestido.

-¿No es esto lo que querías?- preguntó.

-¿El que?

-A Scott, lo has estado extraña desde que estan separados ¿No es esto lo que deseas?- dio otro paso en mi dirección atrapando mi mentón entre su mano. Quise quitarlo pero no pude, verlo a los ojos solo producía que mi corazón se debilitara al igual que todo mi cuerpo. Muy en el fondo podía distinguir a Caleb- pues me tienes aquí.

-Tu no eres Scott.

-No, pero solo debes cerrar la mente y verás que apenas si notas la diferencia- cerró los ojos rozando mis labios con suavidad, haciendo que mi estómago comenzara a dar vueltas,  tiró de la tela de mi vestido para acercarme aún más a su cuerpo antes de susurrar- beso mucho mejor.

-Estúpido- lo empujé con fuerza haciendo que se tambaleara y cayera sobre su trasero.

Esto ya pasaba un límite. No podía venir y convertirse en Scott esperando a que le besara para después salir con la escusa de su ebriedad. Suficiente tenía con saber que todo aquel tiempo en que yo vagaba sola por Las Vegas el estaba bebiendo.

-Me has lastimado- dijo volviendo a su forma natural, sus cabellos aparecieron cubriendo su rostro pálido de repente y detrás de ellos sus hermosos ojos. Suspiró poniendose de pié.

-Tu lo has hecho, y varias veces-me defendí observando con determinación como se acercaba, cada uno de los movimientos. Esta vez con mucho más cuidado, atento a mi reacción.

-Es mentira.

-¿Mentira?- avance hasta chocar mi piel con la suya, mi corazón comenzó a latir con fuerza bajo la mirada retadora de Caleb y solté un vago suspiro antes de continuar- pues he sufrido todos estos meses por la maldita alianza, dolores de cabeza, mareos y todas esas cosas. El primer día intentaste asesinarme, a veces aunque no te des cuenta presionas mi piel con tanta fuerza que luego queda ardiendo, en el cementerio tiraste de mi como una bolsa de papa y... ¿Quieres que continue?

VALENCEWhere stories live. Discover now