Estamos locos

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Salimos a casa después de desayunar, habia sido una noche mágica, pero las nenas llegaban hoy.

Llegamos entre risas y besos. Y fuimos al apartamento de Camila, comenzamos a buscar algo para cocinar, pero la nevera estaba vacia.

Asi que decidimos esperar las niñas para salir a comprar algo. No tardaron en llegar, y entre abrazos y risas bajamos a mi vehículo y en minutos estabamos como toda una familia haciendo compras, creo que podria acostumbrarme a esto.

Caminar con Camila y las nenas comprando cosas era tan hermoso, y me traía tantos recuerdos de mi niñez, si así iba a hacer tener una familia, entonces me encantaría.

Al volver a casa ya Zoe dormia, Camila la subio mientras April y yo subiamos fundas, y después de cuatro viajes no sentamos a comer la pizza que habiamos comprado.

Reimos, conversamos. April tenia una imaginación maravillosa, y queria ser doctora "de la que pulla la gente " me encantaba conversar con ella.

A las dos de la tarde, ya buscaba la manera de dormir, y como lo hacia Zoe se recostó de mi hasta dormirse. Y ahi estaba yo con dos hijas. Quien lo diría.

Camila y yo terminamos de organizar la compra entre besos, hasta que mi celular irrumpió el momento magico.

- Buenas tardes. - Hola Deborah, como estas ? - Perfecto, ahi estaré.

Me acerqué a Camila a besarla.

- la gente de Wendys quiere reunirse con nosotros.

- bien, muy bien.

- Pero quería quedarme contigo.

- amor vete, las nenas duermen y Loli no esta, hoy tiene clases.

- Deberíamos tener dos niñeras.

Y entre besos, crucé a mi apartamento a ducharme y vestirme. Al salir me despedí de Camila y me fui a Sunset Gallery a la reunión.

Llegué en pocos minutos a la central de Wendys dominicana, donde planeamos algunas cosas sobre como Sería nuestro trabajo, mantenimiento de unidades acondicionadoras y una instalación de chiller para la central con un mantenimiento semanal.

Ese día el señor Gómez no nos pudo acompañar, asi que fue Deborah quien nos atendió fijándonos una cita para la proxima semana.

Al salir Josh me dijo que pasara por la oficina que me dejaron algo, me sorprendió pero como estaba cerca decidí pasar.

Ya casi todos se habian ido, y al llegar a mi oficina, estaba Camila placidamente sentada en mi escritorio, con su bata, sus lentes y su "traje de doctora"

- Sorpresa !

- amor... Que haces aquí.

- tuve una cita de emergencia y ya que estaba cerca pasé a saludarte, y traerte un regalo.

Se abrió la bata y vino hacía mi con su papel de doctora muy seductor, empezó a tocarme y me empujó hasta un sofá que había en mi oficina.

Se subió sobre mi y empezó a besarme mientras Tiraba la bata al piso.

Los besos empezaron muy leves y simples, luego se fueron intensificando lentamente hasta que se volvieron intensos.

Me desabroché el pantalón y saqué mi pene, mientras nos besabamos rozaba su pantalón de mi pene erecto.

-Papi te vas a pelar..

-Sigue...

Cada Rose se volvía mas y mas intenso, hasta llegar al punto donde casi tendría un orgasmo. La detuve y le dije...

-Hagámoslo.

-Aqui??

-Sii, hagámoslo no puedo esperar.

Se paró muriendo de risa, se bajó el pantalón y se sentó sobre mí lentamente.

La embesti varias veces, ella sentada de espaldas y mirando su trasero subir y bajar, sabiendo que estábamos en mi oficina, sumando a su mirada pícara me puso rapido y tuve un orgasmo, pues ya tenía rato caliente.

Luego nos paramos y limpiamos.

-Vámonos amor -dije.

-Noo señorito, usted no se va de aquí sin que yo tenga mi orgasmo.

Levanté la mano mostrando dos dedos y dijo que no con la cabeza.

-A mi tienes que darme -dijo con cara de asesina.

- pero amor...

-Ahh, no importa.

Empecé a besarla y a bajar mi mano para provocar un orgasmo que no pudo ser... por primera vez no podia hacerla tener un orgasmo y se sintió horrible.

Luego la senté en el sofá y pasó lo mismo. Así que como niña ingenua se quitó el pantalón riendo, a sabiendas de que estábamos en la oficina y comenzó a caminar en puntitas, como lo hacía cuando tenía frío. Y no pude contenerme.

La agarré y comencé a besarla, con esa pasión con esas ganas, y esa risa malvada de ella me aceleraba. La tome fuertemente y la penetre hasta que gimió, sus gemidos iban acelerando así que con mis manos tape su boca y mientras mordía mi mano por no poder gritar tuvo un explosivo orgasmo y yo lo hice tras de ella.

Me besó y se puso su pantalón como que no había pasado nada. Me besó nuevamente y se fue. No sabia que hacer ni que decir sólo se que estábamos locos, y me encantaba.

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