Hotel 3D

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Llegamos al famoso hotel 3D. La risa de Camila me ponía algo tenso, pues con ella nunca sabía que esperar. Era tremenda caja de sorpresas.

Subimos y hay que admitirlo estaba muy shulo, solo variaba las luces de los espejos por el diseño y el tapizado, pero se parecía mucho a La Paz.

Conversamos largo rato y después Hasta bailamos, cada momento con Camila era nuevo, pero lo disfrutábamos.

Después las miradas cambiaron y los besos suaves pasaron a ser intensos. Cada roce se hizo perverso y ahí estábamos listos par una buena noche de sexo.

Empuje a Camila a la cama pero terca como ella sola, se giró hasta quedar arriba. Comenzó a besarme, me sacó el polo y la franela y en minutos ya me tenia en boxers.

Puso esa cara de diabla y supe las cosas se pondrían interesantes. Pues pasaba siempre que ella sacaba esa faceta.

Comenzó a besarme bajando lentamente con sus labios. Llegó a mi pecho y comenzó a besar mis tetillas, las chupaba y mordia, me fascinaba.

Siguió bajando, hasta llegar a mi pene. Comenzó a besar por sobre el bóxer y dar ligeras mordidas, sus manos acariciaban mis muslos y el roce de sus uñas me descontrolaba.

Chupaba mirándome fijamente a los ojos y pasaba la lengua como si chupara el caramelo más dulce. De que lo disfrutaba era obvio. Aunque yo lo disfrutaba mas.

Tuve tremenda erección con su boca y la tome por el brazo y la puse en el asiento curvo. De espaldas y comencé a penetrarla en esa posición.

La penetraba y me encantaba sentirla asi, mis manos ya marcadas en sus nalgas por tantas nalgadas me excitaba muchísimo.

La pare y me senté en el otro mueble. Colocándola abierta de frente sobre mi y la penetre mientras sus senos brincaban al ritmo de mis embestidas que aceleraron con sus gemidos:

- Papi me vengo...Me vengo

- ven mamí

Y en segundos su - ahhhh - me dijo que había alcanzado un grandioso orgasmo.

La tome por el brazo y la lleve a la cama, jadeaba del cansancio así que la penetre en misionero para que descansara. Y en minutos tuve un rico orgasmo dentro de mi chica, dentro de mi mujer.

Nos quedamos recostados mientras ella acariciaba mis cejas, era para ella una costumbre al mirarme de cerca. Y aunque ese momento era breve para mi era unico.

Nos duchamos juntos entre bromas. Pues todo con ella era así. Y luego volvimos a la cama.

Cambiamos la música y comenzamos a bailar hasta que se le ocurrió le hiciera un stripper, y yo la complaceria en todo. Y ahí estaba yo bailando en el tubo para mi Camila. Su mirada me hacía reír pero era parte de la magia.

Claro que la vergüenza se apoderó se mí y tomé un lazo que había en la cartera de camila, me cubri los ojos y empecé a bailar como si estuviera solo en el cuarto.

Al terminar me quité la venda y ahí estaba camila, con una enorme sonrisa que decía Sigue.

Me fui sobre ella y empecé a besarla acariciarla, tocarla, con mi camila todo era magico.

Y así besándome como siempre. En esta ocasión al quedarse recostada en mi pecho. Si fue válido el no me despiertes que decía cada vez que se recostaba de mi.

Y ahí estábamos acostados como dos esposos, como si ese fuera nuestro nido de amor, y me encantaba, todo al lado de mi reina era magico.

Mil y una aventurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora