Mil y una aventuras

Es más que sexo

Aunque estaba preocupado por mi padre, y tenía el proyecto en las manos por terminar no podía dejar de pensar en Camila, en por qué no podía complacerla.

Me reuní con los chicos para terminar el proyecto, y Natasha estuvo por allá haciéndonos la visita.

Era una mujer sensual, y aunque no disimulaba para nada, respetaba mucho mi equipo. Trabajamos casi cinco horas ininterrumpidas pero ya no dábamos más, dejamos los detalles de lujo al equipo de presentación y concluimos nuestra parte, con el compromiso de presentar en una semana el proyecto acabado.

Natasha estuvo todo ese tiempo con nosotros, pero yo sabia que quería otra cosa. Y no dude en complacerla.

Salimos en mi carro, y ella me miraba provocativa, esta vez busqué algo cerca, y en veinte minutos ya estábamos bajando la puerta.

La besé con furia y ella se arqueo sobre mi. Y en segundos ya le había quitado la blusa y la falda. Subí sus manos mientras la besaba y ella gemía en ese tono inglés que me fascinaba.

-Yes es baby... don't stop.

Y seguí besandola, admito que era una mujer hermosa, y se dejaba llevar y eso me encantaba. Le tire en la cama y comencé a mamamarselo hasta que se me vino en la boca, luego comencé a penetrarla duro, ella gemía excitandome muchísimo.

Y ella tuvo un orgasmo explosivo, la pare y me acosté en el mueble de curva para que se subiera sobre mi, y mientras bajaba y subía le golpeaba las nalgas, que pronto se pusieron rojas.

Y aunque era super excitante, sentía que no me llenaba. La detuve y la giré de frente y después de que ella tuvo otro explosivo orgasmo yo tuve un buen orgasmo.

Retiré el condón con poco semen. Quizás porque no fue tan intenso. Pero me duché y le dije que debíamos irnos. Debía pasar por mi hermana y llegar a la universidad.

-please baby, stay here more time.

-De verdad amor debemos irnos.

La deje en la oficina. Donde recogió su vehículo. Y yo salí a la universidad. No dejaba de pensar en Camila. La llamé a su celular y estaba apagado. La llamé a la casa y no contestaron. Le escribí por watsapp y tampoco apareció.

Asi que le dejé un mensaje

-Si ni puedo complacerte, creo no soy bueno para ti.

Y aunque tenía la moral en el piso. Y con Natasha y las demás funcionaba todo. Con Camila me sentia que no valia la pena, sentía que no tenía las agallas, y eso me preocupaba.

Tomé mis clases y al llegar a casa me llegó un mensaje de Camila

-Eres un estupido, que clase de mujer crees que soy. Sexo lo dan gratis donde sea. Y modesta y aparte, una mujer como yo puede darse el lujo de estar con quien le de la gana... Pero es contigo que quiero estar.

Acabo de mudarme, ya no aguantaba más, mi razón de ser son mis hijas, mi refugio, mi motor, mi sol de cada mañana... Pero si me dejo matar no podré criarlas.

Hoy las cosas se salieron de control y estaba en la clínica, tengo 10 ptos en un brazo y un yeso en el otro, él tiene 25 en la cabeza y como 10 en un brazo.

Tiene orden de alejamiento y prisión preventiva por tres meses y ya mi abogado está haciendo el papeleo para el divorcio.

Aunque nos conocemos hace poco, eres lo mas cercano que tengo, y agradeci no haberte visto hoy, porque se que si hubieses estado las cosas se dan a mayores.

Pero también anhelaria aunque sea un abrazo. Se que si me abrazas me derrumbaré... Pero en las manos correctas.

Y deja de decir estupideces. Por favor. Crees que complacer a una mujer es darle duro hasta que le duela, que solo es hacerla venir once veces.

No amor, en ocasiones solo necesitamos abrazos y besos suaves. Y aunque quizás no me creas, a mi me encantó verte tan excitado, y esa mirada de satisfacción que me das cuando te hago sexo oral, hace que me sienta la mujer mas afortunada del mundo.

Y disculpa, se que te sentiste mal, pero no voy a fingirte, eso jamás lo haré porque conmigo has sido super honesto, y yo prometí serlo siempre contigo.

Pero te prometo que cuando pase todo esto. Te dejaré hacerme el amor. Seré tuya, y te dejaré estar al mando ( pero no te acostumbres demasiado) sabes que eres mio y yo soy tuya aunque ambos sepamos que es una locura... Pero que suerte encontrarnos los dos en el mismo manicomio.

Besos mi cielo. -

Lo leí detenidamente y de una vez le escribi:

-Donde estas?.

-Donde Nathalie.

-Mándame la ubicación. y en menos de treinta minutos estaba en ciudad real.

Me abrió la puerta y me abrazó, de inmediato sus lagrimas empezaron a correr, estaba toda golpeada en la cara, pero aun asi era hermosa.

Nos quedamos abrazados un rato, y aunque comia en su cabeza, me encantaba abrazarla y mas ahora que me necesitaba.

En ese momento la sentí tan mia, tan especial, tan fuerte, y aunque en un principio no me sentía bien, ella sería la entrada a mi paz. Luego de horas en el malecón la llevé a casa. Y con un dulce beso me despidió. Y aunque no me dijo una sola palabra me dijo con su proceder que era mia... Mas mia que nunca. Y justo antes de ese beso de despedida vi en sus ojos un brillo que no había visto antes, y me di el lujo de pensar, que yo era la causa.