No lo esperaba

79 3 0
                                    

Llegue a casa muy pensativo. Lamentaba mucho lo que pasó con Natasha. Y aunque fuera cual fuera el motivo. Creo no merecía eso, pero no pude evitarlo. Camila no salia de mi cabeza.

Al llegar a mi apartamento, me tiré de una vez, ni me fijé si Camila había llegado, pues me había dicho que saldria a un cumpleaño con las nenas.

Me duché y me disponia a preparar algo de cenar, cuando mi timbre sonó. Era Camila.

Se acercó y se empinó como hacia para besarme, la agarré fuerte por la cintura y apreté sus nalgas que me encantaban.

Sin mediar palabras me tomó por el brazo, y aunque estaba en boxers y franela, como quiera crucé. Después que habia vuelto a su apartamento era el primer dia que cruzaba.

Había pintado y redecorado ciertas cosas. Se empinó y me tapó los ojos y me llevó al balcón. Tenia una alfombra con velas y un vino con dos copas.

-Feliz existir.

La mire sorprendido, me encantaba la idea, pero feliz existir, en serio.

-Feliz existir?.

-Amor, no es una fecha fuera de lo común, no es ninguna fecha especial, pero el hecho de tenerte en mi vida, hace que cada dia sea especial, el saber que soy tuya aunque me lo calle, me hace la mujer mas feliz del mundo.

No supe que decir, de verdad que me había sacado la lotería con este tipo de detalles, era una maravillosa persona que no me importaría mantener por siempre a mi lado.

Y entre vino, nos comimos las costillitas agridulce que ella habia preparado. Hasta que Zoe despertó y lloró. Se paró y la trajo cargada.

Y la sentó con nosotros, y en menos de tres minutos estaba April sentada también, y la cena romántica se convirtió en un hermoso cuento narrado por April con ayuda de Zoe sobre como Elena de Avalor era salvada por Sofia.

Y aunque no era la cita ideal, estar con Camila y sus nenas, ser parte de su vida, me hacia sentir bien, no... super bien, camila sabía que hacer para hacerme feliz, y de verdad que no perdería la oportunidad de estar siempre a su lado.

Terminé llevando a April a la cama que era la mas grande, mientras Camila llevaba a Zoe ambas dormidas entre nosotros. Y la acostamos en sus camas. Y luego me dispuse a llevar a Camila a la suya, pero no me dejó... Terca como siempre.

Volvimos al balcon y entre besos, y la ya apagada luz de las velas nos abrazamos, ella recostada de mi, conversando trivialidades, con ella siempre había de que hablar. Hasta que el tema se puso algo serio.

-Amor, te voy a confesar... Odio los condones, pero no puedo arriesgarme contigo. Eres un alma libre.

La mire fijamente y le dije -Amor, si se que he pasado por muchas mujeres, que muchas veces he tenido roces, pero aún asi ya tomé una desicion, contigo quiero algo serio, bueno, puro y duradero, Nadie había llegado tan lejos como tu Camila... creo te amo.

Y asi quedamos en mañana ir a hacernos una prueba prenupcial. Si ibamos a tener algo en serio. Debíamos tomar las precauciones de lugar, por lo menos por el momento.

Aunque admito, con Camila quizá sería dificil por cuestiones de edad... El amor no tiene edad, en el todo se vale, si tendría que ser padre de dos hermosas niñas lo haría y si tendría que pasar el resto de mi vida con mi Camila... entonces ¿donde firmo?.

Y aunque admito queria quedarme a dormir, no era lo mas correcto, por las niñas, debía entrar en su vida despacio, para no ser causa de trauma en la vida de las nenas.

Regresé a casa y esta vez si pude descansar pero sin sacar a Camila de mi mente. 💕

Mil y una aventurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora