Que pasó?

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Camila dejó en un momento de reírse, y se puso sería, fue entonces cuando comprendí que vamos al juego.

Se postró sobre mi besandome lentamente, provocando que quisiera besarla.

Bajó lentamente por mi cuello y siguió hasta mi pecho. Mientras lo besaba y lamia pasaba sus manos por todo mi cuerpo.

Siguió hasta mi abdomen mientras me miraba, lamia y se reía. Muy lentamente tomó mi pene entre sus manos y empezó a lamer mi glande, bajó hasta mis bolas y las chupó, luego subió por el tronco y empezó a mamar mientras decía.

--Papi dame leche... dame mi leche papi, damela.

Cosa que me prendió el sistema y me puso en sintonía, la agarré y la tiré en la cama, besé ardientemente su cuello y le dije. -Esta se la bebé tu vagina.

Introduje mi pene lentamente hasta entrarlo completo, tomé sus muñecas y las subí hasta la almohada, empecé a darla leves besos en el cuello mientras la penetraba.

-Ahh, Ahh...sii, sigue papi, sigueee.

-De quién es todo eso, de quien es?. -grité.

-Hay tuyo papi, tuyooooo.

La penetré hasta que tuvimos el primer orgasmo a dúo, nos paramos y lavamos.

Empecé nuevamente todo para reexcitarla, la puse en cuatro y la penetré muy lentamente luego subí mi ritmo, hale su pelo y empecé a darle nalgadas.

-Ahhh, ahhh- gritaba.

Luego de varios minutos de penetración continua tuvo otro explosivo orgasmo. Luego empezamos a jugar, me vendó los ojos y me ató las manos, después empezó a jugar con mi cuerpo, mordia y besaba, era glorioso, y muy provocativa.

Retiró la venda de los ojos y empezó a mamar, cosa que me volvía loco, me sentí un esclavo, pero sabría que al soltarme me encargaría de hacerla mía.

Mamó y chupó hasta hacerme venir en su boca, se sentía muy bien, y a la vez tan de pelicula.

Luego me zafé de mi vendaje, y me abalancé sobre ella, empecé a besar sus labios con mucha pasión, y bajé hasta su cuello, pero extrañamente no gimio como de costumbre, ni siquiera cerró los ojos, y sin pensarlo mucho seguí abajo hasta sus senos, donde empecé a mamar para provocar una excitación en su sistema.

Pero no gemía de pasión, gemía de dolor, y eso se podía notar.

-Amor, vuelve a mamar esa -me dijo.

Así lo hice.

-Amor no siento nada, hazlo con ganas, como si me besaras a mi.

La besé con intensidad, y chupe sus senos.

-Amor no siento nada en los senos, no se que pasa, pero no siento nada.

Empecé a besar su cuello, donde me dijo que tampoco sentía, y por un instante me senti mal, que no la complacia, me bajé de sobre ella, y me tiré en la cama con cara triste.

Empezó a preguntar sobre que pasaba, y que porque mi cara, hasta que cayó en cuenta y empezó a consolarme y decirme cosas para animarme.

Duré un rato pensando hasta que me llené de impotencia y me abalancé sobre ella, pues si no podía hacerla sentir entonces trabajaría más duro, pues sólo queria complacerla a ella.

Empecé a penetrarla una y otra vez constantemente hasta sacarle cuatro orgasmos bien merecidos y anhelados.

Me quedé mirandola por largo rato, de verdad me encantaba, nos bañamos y nos vestimos para salir.

Al finalizar salimos, la dejé unas esquinas antes y seguí a casa donde mami me esperaba muy tranquilamente.

Entré a mi cuarto y me quedé pensando durante toda la noche, si de verdad no podía darle placer como podría hacerla feliz...

Mil y una aventurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora