más cerca

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Estaba cansado, pero Natasha me había llamado, y después de todo, era una pieza clave en la firma, así que me vestí con una camisa mangas largas que remangue con un Jean prelavado y unos zapatos negros.

Al bajar estaba parada en la avenida Deborah, la chica de Wendys así que le ofreci una bola que no desprecio.

Lorena me marcó, pero no quise contestar, era insistente.

-No va a contestar ?

-las distracciones hacen perder el tiempo

Y seguí avanzando. Debía pasar por Natasha que iríamos a cenar, y se que terminaríamos en la cama, y que la cena sólo sería la excusa, pero ese era un sacrificio que estaba dispuesto a hacer. Además me gustaba como me gemía en Ingles, parecía una película porno.

Otra llamada entrante, pero era un numero local, muy parecido al mio, así que debía ser algún vecino.

-hola?

-Saludos como estas Alejandro, es Camila.

-Ah, hola como conseguiste mi numero.

-la junta de vecinos me dio un listado enorme con los números de todos, pero es para informarte que llegó un paquete para ti, y como no estabas me tomé la libertad y el atrevimiento de recibirtelo, para que sepas está en mi casa.

-ah, ok gracias.

Y de inmediato guarde su numero, no le di mucha importancia al paquete, seguro era Anastasia o la misma Lorena, pero sea quien sea le agradecería después.

Dejé a Deborah en su trabajo, diciéndole que se cuide de no caer de nuevo, y seguí rumbo al Hilton a buscar a Natasha.

Me esperaba con un vestido negro, muy escotado que supe quitaría esta noche. Y lo acompañaba de la gargantilla que usan las mujeres dizque cinta negra en mamar, cosa que hoy probaria.

Llegamos a cenar, la noté muy callada.

-Estás bien ?

-Si, solo que...
-Quieres que nos vayamos ?

Con algo de vergüenza, asintió con la cabeza. Sabía la cena era una excusa. Asi que pedí la cuenta, y salimos.

Desde que llegamos al carro comencé a besarla, su piel me encantaba era suave, de una vez comencé a pasar mis manos sobre ella y a ella le encantaba. Subí un poco el vestido e introduje mis manos entre sus piernas, y comencé a masturbarla, ya estaba humeda.

Y mientras lo hacía le mamaba las tetas, ella se estremecía y me gemía -Oh, yes baby. me encantaba ese acento así que acelere hasta que su grito fue más largo

-oh my God, im coming daddy, im coming, oh God - y tuvo un orgasmo tan intenso que mi mano se mojó entera.

Salí rápido y entre al courtyard. Cuando la puerta del ascensor se cerró, la pegué del espejo y levanté sus brazos, comencé a besarla, y pasar las manos por su cuerpo. Y cuando llegamos a nuestro piso, abrimos y seguí lo iniciado.

Le quité el vestido en segundos y la dejé sólo con la diminuta tanga, que hice a un lado para mamarselo. Comenzó a gemir, mientras yo lamia su clítoris. Pasaba mi lengua y metía mis dedos duro en su vagina y con la otra mano le apretaba los senos.

Hasta que comenzó a gritar con ese modo que me ponía loco, y me chupe todo su orgasmo, que sabía delicioso.

Me baje el pantalón, me puse un condón y se lo metí, me miraba a los ojos mientras la penetraba, y mordía sus labios diciéndome que le gustaba, la giré y la puse en 4 y comencé a darle duro, y por mas que le daba, no podía venirme.

Me senté y la puse sobre mi, bajaba y subía, y aunque se movía bien, no me venía, la puse en la orilla de la cama, y puse sus pies sobre mis hombros y comencé a darle duro, le decía.

-Grita, maldita perra -Tratando de ser vulgar.

Y ella gemía, pero aun así, y me gustaba ese culo no me venia. Me pidió me parara y se colocó de espaldas en el sillón, la tomé por el cabello - grita, que se que te gusta.

Seguí dándole duro, ya tenia el culo rojo, de tantas nalgadas, pero definitivamente no iba a venirme, así que me senté, me quité el condón y la puse a mamarmelo y ahí si me vine. La besé y la deje agotada. Pero mientras me duchaba no entendí porque no podía venirme, aunque no era malo.

Salí de la ducha y ella estaba dormida de costado, y así mismo comencé a besarla por la espalda, acaricié su cuerpo completo, y cuando la giré que comencé a mamarle las tetas, me miró con cara de pena

-Softly baby please. la mire dulcemente, -está bien suave mami. Me puse un condón y la penetre en posición misionero, no recuerdo la ultima vez lo había hecho, muy suavemente. Ella comenzó a gemir y a pedir más, así que puse sus brazos sobre mis hombros y la levanté, le estaba dando parado y la subía y bajaba a mi antojo, mientras ella me gemía al oido, eso me puso rapido, así que la bajé, la tiré en la cama, y la puse en 4, me gustaba verla así, sus nalgas aún estaban algo rojas pero no me importó le di con gusto hasta escucharla venirse, entonces le di con más gusto.

Me senté en el sofá y la senté sobre mi agarrandola por los brazos Unidos atrás y comencé a penetrarla, primero suave y luego duro. Sus tetas brincaban, al ritmo de mis penetraciones y su gemido me encantaba, la paré y la puse de espaldas y la penetre, mientras la subía y bajaba agarraba sus tetas y las acariciaba. - im coming, im coming, oh God, im coming, yesss, yess, yeeeeeessssssss.

Y se vino, yo seguí dándole cada vez más duro, y con más ganas

-Quieres tu leche mami, le gritaba y me vine dentro de ella, si no hubiese tenido condón, creo hubiese inundado la habitación completa.

Mil y una aventurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora