Dra. Fuentes

111 4 0
                                    

Me acosté pensativo, había estado con muchísimas mujeres, incluso me daba el lujo de rechazar algunas, pero con Camila era diferente. Ella era especial, tenía el poder de volverme loco y para nadie es secreto "besaba muy bien".

Desperté casi a las 9:00 am. Estaba tarde, tenia una cita a las 10:00 am que no quería perder. Así que me duché, preparé algo rápido y salí.

Llegué con 10 minutos a mi favor. Llegué a la plaza, y subí hasta el segundo piso donde estaba el consultorio. Era pequeño decorado con flores naturales y unos muebles individuales. Habían dos personas en turno, y al llegar me anuncié con la secretaría.

-Puede pasar Sr. Benely.

Me dijo señalando un largo pasillo, había varias puertas, la que buscaba al fondo relucía por su placa dorada. Dra. Fuentes.

-Buenos días.

Giró su asiento y me miró fijamente, llevaba lentes, bata y el pelo recogido.

-Buenos días, Sr. Benely.

-Saludos Dra. Fuentes-

-Sabe que no se recomienda que su psicologo sea alguien conocido.

-Usted es una profesional.

-No dudo de mi, dudo de usted.

-Seré buen paciente.

-De eso no hay duda, solo le hago una sugerencia profesional.

-No quiero otra.

-Pues adelante.

-Que lo trae por acá Sr. Benely ?

-No lo sé, solo busqué el numero de alguien que me interesaba e hice una cita para estar con ella y ser honesto.

-Interesante, o sea que está pagando para tener tiempo a solas con alguien, cuando hay tantas damas que anhelarian su atención.

-Es que es diferente con ella.

-Cuénteme con las demás, como es?.

La miré fijamente a los ojos,

-En serio quieres saber Camila?.

-Dra. Fuentes por favor Sr. Benely.

-Si gusta escuchar.

-Sólo si gusta expresarlo, no debe hacer ni decir nada que no le haga sentirse cómodo.

-Bueno, me gusta el sexo, es una adicción que me entretiene.

-Interesante.

-Creo que la razón de existir del hombre es complacer a la mujer, mi satisfacción está en la medida que pueda satisfacer una mujer, cambiaría lo que sea por poder satisfacer a una en especial.

-Y usted cree que realmente las satisface?.

-He aprendido ciertas cosas.

-Es muy joven para hablar tan convencido.

-Confío en mi.

-Seguro?. Podría describirme los pasos que sigue que según usted garantizan que esas chicas están recibiendo placer.

-En serio quiere saber?.

-Sólo si está cómodo.

-Y usted, estaría cómoda, sabiendo lo que le hago a esas chicas?.

-Lo que usted me diga a su libertad, se queda en este consultorio, es la bendición de la psicología.

-Siendo así entonces.

-Si gusta pase y recuestese acá para que esté más comodo.

Me señaló indicándome un diván y accedí con gusto. Giró su asiento quedando a mi lado, con una libreta a mano, donde supongo anotaba datos.

-Era un chico normal, hasta hace poco, me reencontré con una ex novia y tuvimos buen sexo. Luego conocí a otra chica y me acosté con ella, y luego con otra y otra. Esto no está funcionando.

-No debe seguir si no gusta hacerlo.

-Eso no, es que no puedo hablar al aire.

-Y como quiere hacerlo?.

-Podemos simular que usted es una chica con la que voy a acostarme.

-Si eso le ayuda, no tengo problemas.

-Si tuviera la oportunidad de estar contigo quisiera hacértelo para que quieras volver a hacerlo conmigo

-Mmmmmh, y como lograrias eso?.

-Asumiendo que estemos en un lugar presto para eso, tu casa, mi casa, o un consultorio como este.

Levantó la vista, y sonrió, y se introdujo el lapicero en la boca, me gustó verla así, yo pasaba la lengua por mis labios imaginando la escena.

-Bueno, suponiendo que estamos en un consultorio como este, que harías?.

La miré con cara de maldad y sonreí.

-Primero empiezo a hablarte sobre lo hermosa que eres, lo sexi que te vez con esos lentes puestos, en lo bien que se vería tu pelo amarrado en mis manos mientras te tengo de espaldas. Me pararía y me acercaría a tu oído.

Me paré y me acerqué muy lentamente a su oido y le dije -En como te pondrías cuando te toco muy suavemente.

Empecé a pasar mi mano por su cuello y dando leves gemidos a su oido para provocar su excitación... cosa que funcionó a la perfección.

Me acerqué a su cuello y empecé a dar besos leves y bajando hasta el área superior de los senos con la lengua.

Tomó mi cabeza y la agarró fuerte dándome aprobación para seguir en lo que hacía.

Empecé a tocar sus piernas mientras seguía dándole placer con mi lengua, agarré un ceno y lo apreté mientras empezaba a masturbarla por sobre el pantalón.

-Ya entendí -Dijo levantándose en cero coma de la silla en la que estaba.

-¿Acaso tengo algún problema doctora? -pregunté sonriendo.

-Mmmmh... Si, señor Benely, venga mañana para ver cómo solucionarlo.

Me paré del diván y me acerqué a ella, -Aquí estaré, gracias por la ayuda doctora, me ayudó mucho.

Salí del consultorio y salí para ir a la compañía, pues hoy tendríamos reunión, al llegar ya estaban todos, les dije mis progresos y les expliqué algunas de mis ideas que sin duda no creo les parecieron demasiado para el proyecto... pero solo estaríamos empezando.

Salí con dos horas de tiempo para ir a la universidad, fuí a casa, dormí un poco y me levanté a la hora de irme.

En el camino me topé con Mi tocallo Alejandro y le di una bola hasta la uni.

Cuando llegamos me fije que había mucha gente reunida pero no sabía porque. Al bajarme vi que Lorena estaba abrazando a un tipo al cual ni conocía con muchos regalos y globos "Supuse sería su novio".

Entré y tomé la clase de diseño muy tranquilo, pues sabía este profesor era peligroso.

Empezó con un saludo cortez, se pasó la clase entre teoría y planos, enseñándonos la forma de hacer un circuito en este.

Dormí casi la mayor parte de la clase y al terminar fui a casa para dormir.

Mil y una aventurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora