No sé nadar, no quiero... las palabras asustadas se quedaron atoradas en su garganta. Hannah sintió como su madre la tomaba de los brazos desde atrás y la lanzaba como si fuera un objeto al agua.

Hannah no estaba preparada para el salto. Ese fue su primer error. Su madre siempre le hacía contar sus errores para recordarlos y así no volverlos a cometer. Al no estar preparada, tragó agua instantáneamente tanto por la boca como por la nariz.

Hannah intentó salir a la superficie pataleando como loca, tragando más agua con cada movimiento que hacía, la desesperación apoderándose de ella. Era consciente de que si se calmaba, si dejaba la angustia y el terror a un lado podría salir a la superficie para respirar. Pero su parte racional estaba apagada, opacada por el miedo ante lo desconocido. Así que intentó gritar y gritar por ayuda mientras se hundía aún más.

Hannah dejó de respirar poco después de eso.

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—Te tengo —murmuró Theo a Hannah, tomándola en sus brazos para sacarla del agua. Hannah seguía pataleando contra una fuerza invisible, aun pensando que debía salir a la superficie y que no podía respirar aunque estuviera fuera de peligro. Tosió, sacando toda el agua en sus pulmones.

—No sé nadar —sollozaba Hannah en un grito de ayuda—. No sé nadar, no sé nadar, no sé nadar.

Stiles tomó a Hannah en brazos, dándole una mirada agradecida a Theo. La rubia aferró sus brazos al cuello de Stiles y ocultando su cara en su pecho comenzó a llorar aún más fuerte aun así tranquilizándose al sentir la seguridad de por fin estar en los brazos de Stiles. Stiles había visto llorar a Hannah varias veces: por tristeza, por coraje, por culpabilidad... pero nunca la había visto llorar por miedo. Era desolador.

Scott solo podía ver la escena, preocupado, mordiéndose el labio. No entendía qué había pasado, un minuto Hannah estaba a su lado después del ataque de asma y en el siguiente se había echado a correr de la nada. Scott apenas recuperándose del ataque no había podido seguirla. Malia había salido corriendo pero para sorpresa de todos no fue por Hannah, sino fue a conseguir un teléfono para hablarle a Stiles.

Stiles por su parte acababa de atravesar otra situación. Había sufrido su propia versión de recuperar un recuerdo que tal vez estaba mejor olvidado. Era su madre, intentando lanzarse del borde del hospital para suicidarse. Luego, la vista de su madre se había postrado en él, una versión de él cuando era niño, y le había dicho que era su culpa. Su culpa. Las palabras se retorcían en su estómago al repetirlas en su cabeza una y otra vez.

Había sido llevado de nuevo a la realidad cuando una quimera intentó atacarlo. Theo estaba ahí, por suerte, y después de pelear un rato el combate terminó a favor de Theo. Sin embargo no era solo eso: Theo había matado a la quimera. Stiles no era nadie para juzgar, considerando lo que había sucedido con Donovan en la librería. Era consciente de que en ocasiones las situaciones te fuerzan a cometer actos que en tu vida pensaste podrías ser capaz de hacer. Además, sería prejuicioso juzgarlo por hacer algo de lo que sabía Hannah siempre tenía ganas de hacer.

Theo estaba convenciéndolo de usar el cuerpo de la quimera, un chico llamado Josh, cuando el celular de Stiles sonó. En cuanto escuchó las palabras apresuradas de Malia, miró a Theo ansioso. Le explicó la situación y en cuestión de minutos ambos ya tenían el cuerpo de Josh metido en el maletero y estaban rastreando a Hannah.

Así fue como la encontraron, en un pequeño lago que pasaba por el bosque de Beacon Hills, ahogándose mientras peleaba contra ello frenéticamente.

Breaking /Teen Wolf |running#4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora