VI

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Stiles notó que Hannah estaba molesta desde el momento en que llegó a su lado y en lugar de simplemente saludarlo, pasó un brazo por su cintura y escondió su rostro en él, como si ocupara calmarse.

—Voy a matarlos algún día —murmuró Hannah contra su camisa. Stiles sonrió y le dio un beso en el cabello.

—Estás exagerando.

—Lo sé —admitió Hannah, soltando un suspiro—. Simplemente he estado muy irritable últimamente.

—Lo he notado —rió Stiles en voz baja, ganándose que Hannah se librara de su agarre y que además le diera un empujón inofensivo con el hombro, dándose la vuelta de tal manera que le daba la espalda. Stiles volvió a reír y rápidamente envolvió sus brazos alrededor de Hannah por detrás, estrechándola. Scott llegó en ese momento, trotando hacia ellos.

—Hola —saludó, metiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans—. Hannah, no queríamos que...

—¿Que los escuchara? —Bufó Hannah, poniendo los ojos en blanco—. Está bien, olvídalo.

—Está bien —balbuceó Scott, dirigiendo su atención a Stiles—. Hannah dijo que querías verme...

—Theo también tiene el período libre —canturreó Stiles, viendo a sus amigos con los ojos brillándole maliciosamente.

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—Estaba patinando en la piscina vacía del vecino —les estaba diciendo Theo, contando su historia. Scott estaba frente a él, realmente interesado en lo que decía. Stiles estaba a unos metros de Theo, con los brazos cruzados, observándolo como si no creyera una palabra de lo que decía. Hannah, por su parte, estaba frente a Stiles pero en dirección opuesta, es decir, Theo estaba entre ellos. Hannah estaba aparentando estar aburrida pero escuchando los latidos cardiacos de Theo y cada pequeño detalle: cómo movía las manos, cómo iba su respiración, cómo movía los pies...—. Y nadie estaba en la casa. No soy tan bueno en la patineta pero me sentía bastante decidido porque se me fue el tiempo. Ni siquiera me di cuenta de que era de noche hasta que prendieron las luces. No era muy bueno...

—Síp, ya nos dijiste eso —murmuró Hannah sarcásticamente en voz baja. Theo volteó a verla con una sonrisa y Hannah enarcó una ceja.

—Bueno —se aclaró la garganta—. En mi último intento me caí y me golpeé. Muy fuerte. Estaba sentado en el fondo de la piscina cuando me di cuenta de algo. Nunca oí que la patineta cayera —Theo hizo una pausa—. Vino hacía mí rápido. Apenas pude darme la vuelta antes de que me mordiera. Justo aquí —señaló su abdomen. Volteó a ver a Hannah, como queriendo bromear intentando aliviar la tensión—. Si quieres puedo quitarme la camisa para que sepan exactamente en qué lugar.

—No, gracias. Acabo de comer y no tengo precisamente ganas de vomitar.

—Hannah... —la reprendió Scott antes de voltear a ver seriamente a Theo—. Bueno, no fue un accidente. Él quería convertirte.

—De acuerdo, entonces, ¿por qué no eres parte de su manada? ¿Por qué no regresó por ti? —preguntó Stiles.

—Para cuando fue mi primera luna llena, él había muerto.

Qué conveniente, pensó Hannah, entrecerrando los ojos.

—¿Cómo sabes eso?

—Conocí a uno de su manada unas semanas después. Me dijo que dos de sus betas mataron al Alfa que me mordió. Eran gemelos.

Breaking /Teen Wolf |running#4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora