XXVIII

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Hannah no recordaba la última vez que había dormido más de cuatro horas seguidas. Al parecer, hoy tampoco tendría suerte. Esa noche, después de espiar la casa de Theo un rato mientras hacía su tarea de Biología, cayó rendida en casa de Stiles.

El chico probablemente ya llevaba dormido bastante rato cuando Hannah se metió a la cama con él, ronroneando prácticamente cuando entre sueños, su novio la abrazó como si todo el tiempo hubiera pertenecido a sus brazos. Hannah había caído dormida a los pocos minutos, rendida por todo el esfuerzo del día. Sin embargo, algo la despertó en ese momento.

Abrió los ojos de golpe, despertándose al instante en busca de alguna amenaza. Se relajó visiblemente cuando vio que solo era Stiles, que se había despertado. A juzgar por el sudor corriendo por su espalda probablemente había despertado por alguna pesadilla. Stiles estaba sentado al pie de la cama, dándole la espalda a Hannah.

Ella se acercó a gatas y cuando estuvo cerca de él, lo abrazó por detrás, pasando sus brazos por sus hombros y asomándose para verlo a la cara. Stiles estaba estático, con la mirada perdida y con los dedos presionando la cicatriz que Donovan le había dejado en forma extraña de mordida.

—Ven a dormir —musitó Hannah quedamente, pasando sus manos por los hombros de Stiles.

—No tengo sueño —Hannah se quedó callada unos instantes antes de hablar.

—Bien, te haré un masaje —más a fuerzas que de ganas, Hannah logró acostar a Stiles bocabajo.

El chico, con los ojos cerrados, sintió a Hannah ponerse a horcajadas de él. Los dedos de Hannah comenzaron a moverse y presionarse mágicamente por toda la espalda de Stiles, recorriendo desde sus hombros hasta bajando poco a poco por la espalda.

Stiles gimió por lo bajo cuando sintió los labios de Hannah recorrer desde su espalda baja, hasta sus hombros para finalizar en su cuello.

—¿En serio?

—Tú dijiste que no querías dormir —dijo Hannah, fingiendo inocencia.

—Pero estás cansada —insistió Stiles débilmente, ahogando otro gemido cuando Hannah comenzó a morder levemente su lóbulo.

—En serio necesitas dejar de ser el novio perfecto cuando ambos sabemos que prefiero besarte que dormir.

Stiles rodó sobre él mismo, haciendo que Hannah soltara un gritito por lo bajo. No cayó, pues Stiles mantuvo sus manos fuertemente sosteniéndola de la cintura de tal manera que estaban en la misma posición que antes solamente que él estaba bocarriba con Hannah a horcajadas, una pierna en cada extremo alrededor de la cadera de Stiles.

Hannah se inclinó para besarlo. Trataba de hacerle olvidar tanto como trataba de hacerse a ella misma olvidar. Todos los problemas, las criaturas sobrenaturales, la manada... Todo desaparecía cuando tenía los labios de Stiles sobre los de ella, sus manos jalando del cabello oscuro y espeso de su novio y las manos de Stiles sosteniéndola firmemente como si temiera desapareciera si aflojara su agarre.

La nariz de Stiles recorría su cuello, haciéndole cosquillas conforme la besaba. Hannah soltó un gemido cuando Stiles encontró aquel lugar en su cuello con el cual estaba tan familiarizado y tomándolo entre los dientes succionaba, dejándole un pequeño chupetón color morado.

—Mierda —gruñó Hannah. Se separó ligeramente para quitarse la camiseta extra grande de Stiles que usaba de pijama, quedando semidesnuda. Stiles se quedó unos segundos estático, simplemente observándola. Se veía hermosa de esa manera, despeinada y salvaje.

—Te amo —susurró Stiles, incapaz de poder contener las palabras en sus labios. Hannah sonrió de esa manera que solo él podía ver, ligeramente avergonzada pero llena de adoración. Lo besó de nuevo en los labios, con una dulzura indescriptible—. Eres todo lo que amo. Eres todo lo que jamás he amado. Lo eres todo para mí.

Breaking /Teen Wolf |running#4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora