Capítulo 86

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Se secó los ojos antes de derramar más lágrimas, necesitaba mostrar una postura fuerte y totalmente dispuesta para escuchar explicaciones. Camila dejó de llorar y se quedó muda, sin poder creer lo que estaba pasando. No creía que la tuviera en frente con su libro aferrado a sus manos, pero fue un guardia quien sostuvo a Jauregui por los brazos para llevársela del salón.

Tanya: -Se levantó corriendo hacia su tía al reconocerla- ¡Tía Lolo! –La ojiverde le dio un codazo bastante fuerte al guardia para soltarse, agacharse hasta la niña y capturarla entre sus brazos- Viniste tía Lolo te extañé tanto. –Se colgó de su cuello, besando su mejilla constantemente.

Lauren: Yo igual mi pequeña, no te haces idea de cuánto. –La última vez que la vio fue hace 2 meses. Había un lazo tan lindo entre ella y la niña, de la misma forma en que lo tenía con Daniel. Besó su frente antes de que un guardia le pegara en la prótesis para que se desequilibrara y así aprovechar de tomarla por los brazos para llevársela. Sin protestar ni forcejear se dejo guiar hasta salida donde ésta vez fue una guardia quien le pegó un puñetazo en la mandíbula, creían que era una maníaca psicópata.

Camila: ¡Lauren! -se paró rápidamente del asiento, caminando con la vista fija en la entrada para enfrentarse a esa mujer. Todos los presentes comenzaron a murmurar, los fotógrafos sacaban fotos del momento en que ella salía del salón, Taylor sólo sollozaba porque sabía que su hermana necesitaba respuestas. Los guardias no permitieron que algún camarógrafo saliera del salón por razones de seguridad, excepto Camila que había gritado enfurecida para que le dieran el paso.

En cuanto salió a la calle, sus ojos buscaron su figura desesperadamente, la cual divisó metros lejos apoyada sobre un vehículo, parecía que estaba tratando de respirar. Sin dudarlo corrió hasta ella, provocando que Lauren levantara la vista cuando escuchó pasos acercarse.

Lauren: Lo siento... -murmuró tratando de hablar.

Camila: Shh no hables –sollozaba asustada- estas sangrando Lauren. –Rompió parte de su vestido de la parte baja para limpiarle la sangre que caía de su nariz, apoyó la tela con los dedos temblorosos e inclinó su rostro hacia atrás- Sostén esto y apóyate en mí. –Lauren hizo caso sin protestar de sus órdenes pero sí quejándose por los golpes recibidos. Llegaron hasta un Audi estacionado cerca de la entrada del salón, era el vehículo de Dianna. Como eran mejores amigas y muy precavidas, la morena llevaba una copia de las llaves, cosa que aprovechó para abrir el vehículo- Siéntate con cuidado, -se secó las lágrimas mientras buscaba en la guantera la caja de primeros auxilios, jamás salía sin ella- no tengo suero fisiológico, ocuparé alcohol. –Como tampoco tenía algodón, rajó más su vestido y lo untó con el líquido.

Lauren: Mierda –masculló cuando sintió arder sus orificios nasales, dejando que esa mujer le curase lo que podía. No podían evitar estar tan cerca porque el auto tampoco era de gran espacio, sentía la tentación de colocar sus manos sobre su cintura y besarle esos labios que parecían volverla loca y excitada.

Camila sostuvo los trozos de tela manchados de sangre y el alcohol, metiéndolos dentro de la caja de primeros auxilios. En silencio ella posó su mano en la cabeza de quien fue una de sus pacientes más importantes, acariciando su frente mientras ésta cerraba los ojos para dejarse llevar.

Con los párpados cerrados, sólo veía oscuridad y escuchaba su respiración, comenzó a sentir un calor exquisito tocar su frente, su tabique nasal y sus mejillas. De golpe abrió los ojos al reconocer una cosa. El calor exquisito que de la nada aparecía muchas veces en sus fantasías. ¡¿Era ella?!

Camila: ¿No quieres que te lleve a un hospital? –Susurraba un poco asustada por la penetrante mirada de esa mujer.

Lauren: He viajado desde St. Louis sólo para aclarar mi cabeza. –Decía en el mismo tono bajito, tocando delicadamente los pómulos femeninos y sonrojados de la morena con la punta de sus dedos, casi como si se tratara de un objeto hipnotizante- Se que no te traté bien en el pasado, y lo siento mucho pero –le temblaba la voz, parecía asustada- necesito saber tantas cosas, porque siento que me voy a volver loca Camila.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now