Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}

Capítulo 41

Martes 20 de diciembre 2016, Viña del mar, Chile

En silencio observaba fijamente a los doctores discutir delante de Verónica y su madre. No entendía mucho, pues se encontraba algo retirada pero por los gestos faciales de ella se daba cuenta de que no era nada bueno. Se encontraba con su delantal blanco de médico presenciando todo, incluso le habían autorizado monitorear un poco al padre de su amiga. Le habían hecho un examen de actividad cerebral pero los resultados habían arrojado nulidad en ello, es decir, la muerte cerebral era un hecho indiscutible. Los ojos de la latina se humedecieron, de costado abrazó a su madre y asintieron antes de retirarse a otra parte para tener privacidad y hablar sobre el grave asunto que les habían revelado los médicos.

Lauren: - se acercó a un neurólogo presente.- Créame señor, en mi trabajo tengo un colega tan incompetente, no olvido como en septiembre convenció a una mujer de desconectar a su marido porque estaba en estado vegetal, ¿por qué hacen lo mismo ustedes?

XX: Es diferente, el paciente Iglesias tiene muerte cerebral y sólo la máquina hace funcionar su cuerpo. ¿Eso es vida?

Lauren: Está bien, entiendo su punto pero soy una de las mejores amigas de aquella mujer y no es fácil pensar en desconectar a una persona sin sentirse asesino de todas formas. Deles tiempo para pensar un poco más.

XX: Supongo que tienes mucha razón, me retiro, buenas tardes Dra.

Con su estetoscopio colgándole del cuello, aquel hombre se retiró del pasillo para descansar un poco mientras Lauren buscaba a Verónica y su madre. Las miradas de las personas se calaban en ella y era por su atractivo físico.

La encontró sentada sobre el césped afuera de la clínica con las manos sobre sus rodillas. Le era tan extraño ver mal a Vero porque su personalidad era todo lo contrario, la conquistadora, la mujer con sangre latina que todos conocían. Se quitó el delantal porque no era necesario jugar el papel de médico frente a ella,  se sentó a su lado para conversar sin problemas, la confianza era bastante grande.

Lauren: ¿Y tu mamá donde se encuentra?

Vero: -resopló, levantando la vista por si podía verse el mar a lo lejos- Vino mi hermana a buscarla, no quiere estar más acá, menos después de la conversación que acabamos de tener -arrancó algo de césped mientras hablaba nerviosa- ver a mi papá lleno de máquinas es horrible.

Lauren: Te entiendo perfectamente, he visto como lo tratan y debo decir que lo hacen bien pero...-se quedó en blanco pensando, viendo cómo Vero se secaba las lágrimas que le empañaban la vista- ¿Qué van a hacer con lo que los médicos les han dicho? Optaran por, ya sabes... -y fue en ese minuto que la latina no soportó más y llevó su rostro entre las rodillas para llorar. Lauren era su amiga, que importaba que la viese así. En ese momento fue que Lauren entendió la difícil decisión que habían tomado y no podía cuestionarlos pues no estaba en "sus zapatos".

Sólo atinó a abrazarla para darle su apoyo, para contener la enorme pena y sintió como en su garganta se formaba un horrible nudo, como sus ojos se humedecían. Ver sufrir a sus amigos era algo que simplemente sacaba su lado más sensible. Si ella perdiese a su padre no podría soportarlo, valoraba la valentía de ellos.

Vero: ¿Cuál es el sentido de mantener conectado a un hombre si está viviendo artificialmente? –apretaba los puños contra su cara- no podemos esperar un milagro, porque él está muerto en vida y no podré someter a mi madre al calvario de verlo quien sabe cuanto tiempo allí conectado sin esperanzas. No tenemos el suficiente dinero ni creemos que la clínica acepte que se mantenga allí inútilmente.

Lauren: -suspiro apenada- Lo entiendo Vero, ¿Cuándo?

Vero: Hoy en la noche -seguía llorando desesperada murmurando que se sentía asesina de quien tanto quería y que lo único que podía apartar su dolor era la idea de que su padre siempre había tenido el bello deseo de donar sus órganos cuando algo le sucediera. Morir y dar vida, que acto más lindo que dar la posibilidad a otros de poder continuar viviendo.