Capítulo 68

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No pudo evitar morderse los labios fascinada por lo que veía. Tanta gente reunida sinceramente por el amor que le tenían al niño y es que no debía extrañarle que sus tíos y primos (por parte de Mathew) lo quisieran tanto. Era un infante que irradiaba tanta felicidad, muy dócil y siempre dispuesto a jugar, pero extrañamente desde la primera vez que había visto a Camila hace unos meses atrás en la clínica, tuvo una tendencia a enloquecer con ella o por estar jugando con esa morena. Intuición sabia de un niño que era totalmente perceptivo. Todos le cantaron el "Feliz Cumpleaños", el primero de su vida y como la sala de estar estaba totalmente oscura, Lauren aprovechó para tomarle la mano a la más pequeña y susurrarle al oído palabras bonitas.

Lauren: Te amo preciosa –mordió el lóbulo de su oreja, sintiendo como ella se paraba en puntillas, aguantando para que el gemido no brotara de sus labios. Luego como si nada siguió cantando con una sonrisa radiante mientras Camila también lo hacía. No era la única perversa.

Al momento de soplar las velas, fue Taylor quien le tomó la mano a Camila para que ayudara a Daniel a soplarlas, por ser tan chiquito no sabía ni tenía idea de nada. Los ojos se le llenaron de lágrimas al verlo tan inocente sentado en la silla para bebés, con un gorro de cumpleaños y un babero bajo su cuello para protegerlo de ensuciarse.

Camila: Tú primer cumpleaños y el último que veré –le susurró triste en su oído al mismo tiempo que Daniel se quedaba mirando a la nada como si le pusiera toda la atención del mundo- no tienes una idea de cuánto te quiero pequeñito -besó su mejilla escuchando como él reía fascinado por un "no sé qué"- vamos a soplar las velas a la cuenta de 3.

Todos hicieron la cuenta, y cerrando los ojos ambos al mismo tiempo, fue la morena quien sopló la única vela en esa torta con forma de un 1. Untó su dedo en la crema y le puso un poco en la punta de la nariz del bebé, quien reía a carcajadas provocando la de los demás. Era evidente que por muy chiquito que fuera la estaba pasando bien, además de que parecía famoso, todos le estaban sacando fotografías.

..............

Era la 1:15 de la madrugada y como al otro día había que trabajar, todos se estaban despidiendo. Shawn, Dianna y Verónica se miraron preocupados porque Camila se iba a quedar unos minutos y sabían el motivo. La latina se acercó a ella y la abrazó, murmurando que le agradecía varias cosas, sobre todo la preocupación que tuvo por ella aún sin conocerla y por hacer a su mejor amiga tan feliz.

Daniel estaba profundamente dormido en su cuna, tenía muchos regalos que había recibido y que estaban guardados en un armario y en el garaje, como el auto que podría manejar a pedales por todo el patio que le obsequió Camila. En cosa de minutos habían ordenado todo. Pero fue la mirada cómplice de Lauren que le advertía que debían hablar con  Mike y Clara apenas Taylor y Mathew se fueran a descansar. No más mentiras, no iba a ocultar lo suyo con la Camila, porque sabía que Dios podía arrebatársela cualquiera de esos días. ¿Cómo lo tomarían sus padres? Si se enojaban o se negaban tajantemente, a Lauren no le importaría pues no la dejaría. Y supo que había llegado el importante momento cuando erguida y con el ceño fruncido, caminó hacia sus padres para decirles que ella y Camila los esperarían al lado de la chimenea para hablar de un tema urgente.

La morena se encontraba nerviosa, frotaba sus manos una contra otra, reflejándose el fuego en sus ojos marrones. Hace unas horas habían dicho que estaban contentos por verla de nuevo, ¿cambiarían su parecer ahora? La ojiverde se dio cuenta de cómo sus ojos se llenaban de lágrimas, estaba tan asustada que su cuerpo estaba tiritando y no precisamente por frío.

Lauren: Mi pequeña –le sostuvo el rostro con ambas manos, presionando y juntando un poco sus mejillas- estamos juntas en esto. No puedes temer, no te harán daño.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Onde as histórias ganham vida. Descobre agora