Capítulo 20

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El grito desgarrador de la muchacha le estaba partiendo el alma. Jamás soportó ver mal a un paciente y de hecho muy bien recordaba cuando Perrie logró convencer a una mujer de firmar para desconectar a su esposo  y cuanto aquello le había afectado. De los dedos de Camila seguía brotando sangre porque tenía heridas provocadas al romper el espejo a golpes. Trataba de hacer el máximo esfuerzo posible para apretarla contra su cuerpo e impedir que se golpeara alguna parte del cuerpo en su desesperado ataque de llanto e incontrolables movimientos. Se estaban manchando con la sangre de ella en la ropa pero aquello no le preocupaba, lo que la tenía asustada era que sangrara mucho y más aún cuando tenía SIDA. De una u otra forma trató de sostenerle el brazo para ponerle un trozo de tela en sus cortes, más alguien aprovechó ese momento para sostenerla y colocarle un tranquilizante intravenoso con la jeringa. Al suelo con las manos en el piso quedó gritando.

Camila: ¡Noooo! –hasta parecía historia de posesiones diabólicas, la morena no se dejaba tocar pero a los pocos segundos su cuerpo fue respondiendo al sedante.

Lauren: -se volteó furiosa al ver esa fría mirada- ¡Es que eres imbécil Perrie! ¿Por qué has hecho eso? No te das cuenta de cómo esta.

Perrie: Mandé a estas enfermeras a callar todo este escándalo, tu amiga es capaz de alterar a otros internos.

Lauren: –sin soportar la angustia, con los ojos llenos de lágrimas le pegó una bofetada a su colega- No es llegar y administrar sedantes como si fuesen animales, ¡¿te imaginas si fuera alérgica y la matas?!

Rápidamente la tan querida doctora Jauregui impidió que alguien tocase la sangre si no tenía guantes quirúrgicos. Sostuvo a Camila entre sus brazos y la llevó a urgencias para que de inmediato la ayudasen con las heridas mientras gente con experiencia en esto limpiaba los vidrios y las manchas de sangre que dejó con los dedos.

Perrie sobaba su mejilla levemente sonrojada por el golpe de Lauren, mirando con asco como había dejado esa muchacha el baño.

Mientras, Lauren estaba más preocupada en curar las heridas de Camila, chequear que nadie le hiciera daño como si el instinto de protección se volviera mil veces mayor. Más fue llamada para conversar urgentemente con el neurorradiólogo. Le besó la frente a la muchachita con cuidado. "Te dejaré con Adam, un buen colega, estarás bien Camila, te lo prometo"

Y con dolor y los ojos aun húmedos, caminó hacia la sala donde las habían atendido antes de que todo eso pasará. Sentía tanta pena, por que era amiga de Dianna,  por ser tan joven y tener un futuro arruinado, más por haberse convertido en una persona que ayudó constantemente, más...sí, más por algo que no sabía que era. Abrió la puerta, encontrándose con la enfermera llorando y el otro médico mirando triste las imágenes de la resonancia magnética. Ambos la observaron y supieron que estaba sufriendo. Está bien, a muchos profesionales les duele y hasta lloran cuando uno de sus pacientes sufre desproporcionadamente, pero pronto en Lauren se notaría algo "no normal" en su relación médico-paciente ¿o serían sólo "imaginaciones" suyas?

Neuro: ¿Cómo está ella? ¿dónde está?

Lauren: La internaron un momento, rompió un espejo con sus manos mientras gritaba y lloraba -respondió en un susurro débil. Se acercó a la enfermera y le sostuvo la mano- ¿qué te sucede?

Enfermera: Es difícil decir ciertas cosas sin una preparación previa pero no podemos mentirle más a esa jovencita, ¿es cierto que le diste esperanzas?

Lauren: -miró al especialista, su colega- ¿acaso no hay esperanza alguna? –el aludido volteó para mirarla fijamente con una expresión que le decía todo, más se dio el tiempo de responderle como correspondía.

¿Acaso se hacía idea de cuánto le estaba doliendo la verdad  de manera inusual? Se llevó una mano a la frente para soportar todo esto. Miró al hombre otra vez mientras le decía que lo correcto era que Lauren le dijese a Camila lo que se le vendría y las opciones de sobrellevarlo de la mejor manera posible. No podía creer que de un momento a otro alguien que apenas había visto accidentalmente un día en la universidad por un simple desmayo, resultaba ser ahora alguien  realmente importante que poseía algo grave.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora