Capítulo 43

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Aquel gesto, aquellas simples palabras de invitación provocaron que a Camila se le hiciera un nudo en la garganta. No, definitivamente no podía creer como día a día las personas se presentaban en su vida para ayudarla. Era inevitable pensar e innegable además, de que la amabilidad de Lauren Jauregui viene de familia. No sabía que decir, cual muda se quedó allí mirando los ojos claros de Taylor.

Taylor: Para que estés tranquila, tu abuela sigue creyendo que pasarás la navidad con Shawn, estoy segura de que si tú no les hubieras prohibido a tus amigos quedarse contigo, ellos hubieran estado pero yo no te estoy pidiendo permiso, tú viajas con nosotros, no puedes quedarte sola y no puedes dejarme con un vuelo de ida y vuelta a Minneapolis en el estado de Minessota –le acarició amistosamente los nudillos- vamos, el paisaje es maravilloso.

Camila: No sé qué decir Taylor -Le parecía tan triste en la posibilidad de quedarse sola en Nueva Orleans en una fecha tan acogedora. El clima le había arrebatado pasar su última navidad y año nuevo con Theresa y ahora le daba la oportunidad de estar con la familia de la mujer que tanto quería- bueno -suspiró y luego sus ojos brillaron de emoción- está bien, yo te pagaré el viaje.

Taylor: -rodó los ojos- Haré de cuenta que no te he escuchado.

Con cuidado la ayudó para que colocase el brazo derecho alrededor de su cuello y de cierta forma ayudarla a caminar hacia el automóvil. Le daba tanta impotencia que Perrie había logrado hacer daño a una persona, más molesta se ponía si pensaba que la salud de Camila era tan frágil como un cristal. Por suerte sólo había sido un esguince y no una fractura que comprometiera alguna hemorragia externa.

Una vez en el departamento, buscaron y guardaron en una maleta la ropa que la morena llevaría. Tenía que ser abrigadora por sobre todo pues estarían rodeados de nieve por todas partes y no podían permitir un resfriado. Taylor decidió dárselas de "enfermera" y dejar que la muchacha reposara sobre la cama, no podía mover la extremidad con el vendaje especial azul. Mientras así lo hacía, le comentó que pronto debía hacerse los exámenes para chequear su salud. Se cercioraron de que todo estuviese asegurado. 

En el fondo le costaba dejar el lugar que su abuela le había pagado pero sabía que tampoco el tiempo era su mejor amigo. La vida podía irse antes de lo previsto por el médico o después, no lo sabía y por ello debía aprovechar de conocer un poco más todo. Todo esto del tobillo, exámenes y hospital le había tomado un buen tiempo por lo que eran las 6 de la tarde, Taylor la había invitado a comer antes de buscar a Mathew y a Daniel, para preparar las cosas e irse al aeropuerto. Y pensar que ese día en la mañana se había levantado con la noticia de que su abuela no podría viajar, haciéndose a la idea de que estaría sola y de un momento a otro pasaría las fiestas con los Jauregui.

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A las 10 de la noche, el avión había dejado el suelo de New Orleans para emprenderse en un vuelo a Minneapolis, pero esa no era la ciudad donde quedaba la bella cabaña de sus padres. Por tener amigos con aviones pequeños y privados, en el mismo aeropuerto donde aterrizarían en unas horas, un jet los llevaría a Grand Portage , un pueblo pequeño pero acogedor, con bellos paisajes y mucha nieve, situado en el extremo del estado. Así que en teoría serían 2 vuelos que debían emprender. Camila había sido ayudada para acomodarse. ¿Lo curioso? Es que toda la tarde antes de tomar el vuelo, Daniel había estado gimoteando y sollozando contra Taylor y Mathew, seguramente por no dejarlo estar entre los brazos de "la tía Mila". Pero ahora que estaban cómodamente sentados en un vuelo de primera clase, Mathew Hyatt se acercó a Camila para que sostuviera al pequeñito entre sus brazos pues aún parecía querer llorar.

Camila: Precioso, tienes los ojitos con lágrimas –se las secó con cuidado mientras Daniel se dejaba- ¿te duele algo? Claro, yo hablándote y tú no tienes idea de que digo ¿cierto? –Aquel niño le entregaba mucha paz por su inocencia, por el hecho de ser tan sólo un bebé de 10 meses. No tenía idea pero la escena era admirada por Mathew y su esposa- De bebés no sé mucho pero seguro que has de tener sueño.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now