Capítulo 13

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Reclinó su cuerpo, sintiendo en la espalda la dureza del plástico que componía el asiento donde se encontraba. Estaba demasiado preocupado, Camila no estaba bien y él sabía perfectamente los motivos. Con esas cosas que le sucedían últimamente, terminaba por convencerse de que efectivamente su reciente amiga podía ser declarada de tener SIDA. Al igual que Dianna, rápidamente se había encariñado de la morena y no en un sentido de atracción física o algo por el estilo sino como amiga.

De pronto levantó la vista para ver quien se acercaba con una sonrisa que de felicidad nada reflejaba, más bien por cortesía. Vio como le tendía la mano para apretarla en un signo de apoyo, gesto que aceptó de inmediato.

Lauren: Va a estar bien, te aseguro que tú novia estará bien, -Shawn quiso reír por la palabra "novia" que de cierto nada tenía, pero creyó que podía ser una falta de respeto para la delicada situación que se estaba viviendo- ya la han estabilizado, la fiebre va a bajar muy pronto, tenía casi los 41 grados y eso llega a ser fatal. -Lauren quería preguntarle qué demonios tenía la morena pero no quería entrometerse en asuntos que tal vez ni siquiera debían importarle.

Antes de decir algo más, se le ocurrió mirar hacia al frente para sonreír agradada por la visión femenina. Fiore tenía los brazos cruzados desde hace 3 minutos aproximadamente, no se había atrevido a acercarse a Lauren y a ese muchacho de rostro afligido. Jauregui creía desde ya que las italianas tenían un encanto especial y una personalidad sensacional. No se conocían del todo pero Fiore D'Angelo demostraba tener valores buenos, atinó a traerle almuerzo y a aconsejarle que se quedara para cuidar por las dudas a la amiga de Dianna. Sin pedirle permiso, se le acercó para saludarla pero no como ella se lo esperaba. Sostuvo su rostro y le dio un pequeño beso mientras ésta lo recibía gustosa. Le encantaba aquella doctora por muchas razones.

Fiore: Wow... Ciao bella, ¿come stai amore? –Lauren frunció el ceño divertida por no entender su italiano, ella rió coqueta- ¿cómo estás?

Lauren: Preocupada –a pesar del ruido ambiental, su estómago sonó estruendosamente provocando que se sonrojara- lo siento.

Fiore: ¿Tienes hambre cierto? Pasemos a comer -con la vista le hizo la pregunta. Al recibir respuesta se acercó al joven- Buenas tardes, soy Fiore D'Angelo amiga de Lauren, traje comida para los 3 y no puedes negarte. -Le tendió la mano cortésmente mientras Shawn la sostenía con agrado.

Shawn: No he querido que te tomes molestias por mí, de verdad.

Fiore: -miró a la ojiverde y después al muchacho- Pues creo que ambos deben comer, ambos pusieron de su parte en esto.

Con una sonrisa encantadora Lauren la miraba. Apoyó su mano en el hombro de la italiana para dirigirse los 3 hacia un comedor de la clínica donde sólo los doctores y otros funcionarios comían. La italiana sacó unos recipientes plásticos que emanaban un aroma delicioso realmente, en ese minuto Shawn comprobó que sí, tenía mucha hambre.

Lauren: Pastas, comida típica italiana –Fiore se mordió los labios avergonzada- me fascina.

Fiore: ¿Creo que deberíamos comer ya, no? Debo admitir que tengo hambre también.

La personalidad de la mujer produjo que él castaño no se sintiera solo, ni que interrumpía una conversación de pareja. Ella hablaba para los dos aunque de vez en cuando la mirada de Fiore tenía claras intenciones para Lauren. Era un hecho que la cita a ciegas había sido la mejor decisión que pudo haber tenido, y Lauren pensaba igual, por ahora.

Sin aviso previo, apareció Perrie por el comedor con un rostro molesto y en dirección hacia ellos.

Lauren les murmuró algo a sus acompañantes para luego pararse erguida sin sentirse intimidada. Conocía a las personas como Perrie, solía haber doctores muy soberbios con su trabajo como médico.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now