Capítulo 64

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Apoyó su espalda de nuevo en la pared, sintiendo el tibio aire sobre su rostro mientras disfrutaba ese momento con los ojos cerrados. Sinu seguía cada uno de sus movimientos y es que tenía claras intenciones de acercarse. ¿Qué se lo impedía? Llevaba su peluca puesta y pasaba desapercibida donde quisiera, pero cuando tuvo las intenciones de salir detrás del árbol, apareció Shawn, quien abrazaba a Cabello cálidamente. Sinu esperó unos segundos pero sabía que al menos por hoy no se acercaría a esa muchacha que se  notaba distinta. Demian tenía toda la razón, el tumor junto al SIDA irían degenerando su estado físico. Con una mueca se retiró de allí murmurando que ya hablarían, encontraría el momento ideal.

Shawn: Estás tensa Camila –acarició su cabello- ¿es por lo de la visión? –ella asintió y escondió su rostro en el cuello de su mejor amigo, era increíble que su apoyo la hicieran sentir bien, pero nadie lo hacía mejor que Lauren. La morena sabía que iría perdiendo gradualmente la vista y aunque ahora seguía viendo bien las cosas cercanas, al menos lo que estaba lejos era un poco borroso o confuso.

Camila: Ya no tengo mi vista en alta definición –rió un poco tratando de ponerle humor a sus debilidades para no caer en la frustración. Así siguieron abrazados hasta que los llamaron otra vez, la morena debía terminar unas cuantas fotos para la famosa marca de ropa, zapatos y accesorios femeninos.

Shawn estaba presenciando todo desde atrás del fotógrafo, haciendo caras feas para que la morena riera y la fotografiaran feliz. Sí, hace varias semanas junto a Dianna prometieron protegerla y hacerlo contra cualquier sentimiento negativo que Camila tuviera.

.................

Resopló cansada sobre el volante de su vehículo. Era pasada la 1 de la madrugada y recién llegaba de su trabajo en la clínica. ¿El motivo? El niño que siempre estaba conectado al tanque de oxígeno en las charlas psicológicas, se había caído repentinamente de su silla de ruedas con un PCR (Paro cardiorespiratorio). Tuvo que aplicar RCP  hasta que llegó el equipo necesario a la sala donde hacía las charlas y así llevárselo a urgencias. Estuvo las horas necesarias para cerciorarse de que el niño estaba mejor, tuvo que hacerlas de psicóloga con la atormentada familia del niño que no paraba de llorar o estar desesperada en la sala de espera. No se daba cuenta pero fue una pieza vital para que ese pequeño paciente ahora se encontrara con vida. "Gracias Dios" Murmuró la ojiverde saliendo del vehículo, recordando como la madre no paraba de decir que salvaran a su hijito, mientras el padre abrazaba a sus otros hermanos que lloraban. Todos allí presentes se dieron cuenta de lo increíblemente humana que la Dra. Jauregui era, no sólo con sus pacientes sino con todo lo que rodease a estos, dejando de lado incluso sus propios intereses. Caminó hacia la ducha y dejó que el agua caliente cayera con violencia sobre su espalda que le dolía bastante. No cuestionaba el haber estado en el momento preciso para salvarle la vida a ese niño, sabía que alguien quería ponerla en el lugar correcto para ayudar a otros. No, no se creía Dios, porque tenía conocimiento que los otros médicos que asistieron al niño con el desfibrilador y más cosas en urgencias, fueron pieza clave para que estuviera  vivo. Igual sentía culpa, porque en ninguna sesión estuvo con su morena dándole apoyo. Excepto en una cuando no eran pareja, esa vez que Shawn la había besado frente de todos. Sonrió divertida recordando cuan celosa estaba por eso, cuanto su cuerpo se había encendido con la figura de ella mojada y con ropa diminuta.

Repasó la toalla por su cabello varias veces, apoyándose en la cama y mirando el teléfono sobre su mano. ¿Estaría ella durmiendo? Mientras se debatía entre llamar y no llamar, el celular comenzó a vibrar.

Lauren: ¿Camila? –no podía ser cierto.

Camila: Lauren, ¿estabas durmiendo? –parecía preocupada- no quería despertarte.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now