Capítulo 30

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Fiore estaba realmente sorprendida con aquel dibujo, tocando con los dedos el croquis  con sumo cuidado para no arruinar lo que la muchachita estaba haciendo. Lauren se acercó a ellas con lentitud mientras sostenía cautelosamente los dedos de la italiana. Su esmeralda mirada era tan intimidadora que Camila tuvo que voltear otra vez hacia su croquis y continuar con el dibujo, recalcando con intencionalidad las lágrimas negras de aquella mujer dibujada.

Fiore: Todas las obras de arte están increíbles, me gustaría saber que quieres reflejar en la tuya. –Sonreía sincera. Aquello aumentaba más la extraña culpa en Camila, Fiore inspiraba mucha simpatía así que debía hacer lo mismo.

Camila: La verdad es que es lo que siento, terror, miedo y angustia, este ángel que estoy comenzando a dibujar es la única esperanza para mantener a esta mujer tranquila. -Lauren sintió muchas ganas de abrazarla para reiterarle que contaba con ella, deseos que claramente no  relacionaría como algo extra de la relación médico-paciente.

Fiore: ¿Como si ese ángel fuera la última cosa en el camino hacia la muerte? ¿Cómo una meta o esperanza? –Preguntó en un susurro con angustia. La muchachita apenas tenía como 18 años, no podía perder la vida ahora. Sin saber que decir, apoyó su mano en el hombro de ella- ¿Sabes? Te dejaré esto -le entregó una tarjeta de atención- tengo uhm, cosas que pensar pero te sorprendería así que guárdalo de todas formas, después de todo sería muy bueno llevarme bien con otra persona importante para mi... -se sonrojó sin saber que decir. Con la ojiverde no habían oficializado cosa alguna aún y aunque ya eran bastante grandes, de todas formas lo esperaba.

Camila: Su novia, le gustaría llevarse bien con una amiga de su novia, ¿verdad? Eso me parece adorable. –Lauren no sabía que decir ante la tajante forma de ella al decir eso o quizá era que aún no estaba preparada para etiquetar la relación. ¿Tenía miedo o había algo entremedio?- Muchas gracias, guardaré esta tarjeta.  –Sonrió y se volteó para seguir dibujando.

Fiore: -miró su reloj- ¡Dios!, en 30 minutos entro a trabajar, no sabes cuánto me ha gustado verte, en realidad estar acá con todos. Nos veremos después. –Ambas se despidieron con un beso rápido en la mejilla, después lo hizo de los demás. Y juntas de la mano, la italiana y la doctora se fueron hacia el automóvil de Fiore.

Ésta le comentaba que realmente estar aunque sea una hora, había sido muy grato. No le negó que sintió mucha pena por ellos y la situación que vivían, pero Lauren con orgullo le decía que no sintiera pena,  cada uno de ellos eran personas fuertes con capacidad para salir adelante como cualquiera. Antes de dejar que entrara al auto, se acercó para darle un buen beso en los labios y reflejar que sentía cosas por ella, necesitaba prepararse para pedirle que fuera su novia. Nada cambiaría con decirlo porque actuaban como tales, pero al parecer le costaba hacerse a la idea de que después de 1 año y algo más, volvería a estar fielmente comprometida con una mujer. Le susurró que era bella, que se cuidara y entre besos ella fue olvidando torpemente lo de aun no ser llamadas como "novias", ¿Ella actuaba de maravilla no? ¿Qué importaba la etiqueta?

Cuando la perdió de vista, Lauren colocó las manos en sus bolsillos y caminó por los pasillos de la clínica hacia el salón de las charlas. Agradecía a Dios que en el día de hoy, Perrie no tuviese trabajo. En cuanto pensó en ella, recordó de inmediato la noche que vio a su hermano con esa mujer que había estado semanas atrás en el departamento de Camila. Sintió curiosidad, mucha curiosidad por saber que había entre ambos, tanta que no se dio cuenta cuando torpemente chocó con la morena.

Lauren: Hey, ¿A dónde vas pequeña? Las charlas no han terminado -la miró preocupada.

Camila: Esperaré a Dianna en casa, trataré de relajarme mentalmente y luego irá mi... novio –Lauren levantó su ceja derecha sin decir nada, era un acto reflejo involuntario- Increíblemente terminé el dibujo que he dejado en la sala, si quieren lo conservan para algo, sino puede botarlo, de seguro a los ratones les puede servir. -Levantó los hombros con una sonrisa de burla a si misma- Adiós Lauren -antes que se fuera sin siquiera despedirse, la ojiverde la sostuvo del brazo y sin pedirle permiso la acercó a su cuerpo para abrazarla.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now