Capítulo 25

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Una especie de orgullo le invadía gratamente el cuerpo al darse cuenta de que la muchacha había venido a la charla, dejando todo los miedos y angustias en casa y centrándose en mejorar y sobrellevar una vida de la mejor manera posible.

No sabía que seguir diciéndole y mientras más fijamente la observaba, más los pómulos de ella se sonrojaban. Claro, Lauren estaba emocionada y no se fijaba en valiosos detalles.

Sin saber si aquello estaba correcto o no, se paró en puntillas y besó sonoramente la mejilla de la ojiverde, sin saber tampoco que aquel gesto, aquel pequeño beso de saludo dejaba un calor exquisito y muy potente en ella, tanto que la había colocado nerviosa.

Camila: He llegado muy tarde, lo sé, pero no me atrevía a entrar porque sentía mucha vergüenza. -Susurró antes de pasar al lado de Lauren y sentarse en una silla.

La anciana Jessica, sonrió con los labios apretados. Podía tener 90 años pero la vista la tenía muy buena y había notado algo bastante especial en aquellas dos mujeres.

Una vez que la muchachita se había sentado, Lauren al fin pudo botar el aire contenido producto de la ansiedad.

XX: A ver si ella lo sabe –el niño se volteó para mirar a Camila- ¿quién es mejor en fútbol, Estados Unidos o Argentina? yo le digo al abuelito que es Argentina pero él me dice que es USA –era un anciano nacionalista que decía que todo lo que viniese de USA estaba por sobre las cosas de los demás.

Camila: -sonrió un poco- La verdad es que es el país sudamericano, y no me gusta el soccer así que no podría darte más detalles. -Le daba pena ver como alguien tan pequeño estaba conectado a una máquina de oxígeno, si se le desconectaba podría incluso morir.

Lauren se paró otra vez al medio de la sala para que todos pudieran oírle y prestarle atención.

Lauren: Hoy sólo era una fase de iniciación, de conocerse unos a otros, darse cuenta que todos podemos tener problemas, así que esto ya ha concluido. –Habían pasado 2 horas, fijó sus ojos en los marrones de quien había llegado atrasada- Pero antes me gustaría que pasaras aquí adelante y  les cuentes a todos porque has decidido venir. –Le extendió la mano para ofrecerle apoyo, gesto que ella aceptó dudosa pero en cuanto tocó su piel, aferró sus dedos fuertemente con los de la doctora.

Camila: -miró cada una de las personas allí presentes - Mi nombre es Camila Cabello -tenía angustia, mucha- Si estoy aquí es porque... por... -la ojiverde apretó más los dedos con los de ella para alentarla a hablar- es porque necesito ayuda psicológica, he intentado quitarme la vida porque no puedo soportar que me voy a morir pronto. -Sonrió con los ojos llenos de lágrimas- Es extraño y loco pero prefiero adelantar todo el proceso y no estar viva cuando mi cuerpo ya no responda como antes, cuando esté tan acabada. Tengo SIDA, tengo un tumor cerebral y no dudo que después me ataque alguna infección, no voy a aceptar tantas cosas malas si no tengo apoyo, no puedo contarle a mi abuela de esto, pero ya di un gran paso para contarle a alguien especial en mi vida.

La anciana del Alzheimer comenzó a aplaudirle como varios de los que podían hacerlo o sus fuerzas les alcanzaba para eso. Camila cerró los ojos en el preciso momento en que una lágrima se desbordaba de ellos. Necesitaba llorar porque el miedo la estaba invadiendo, porque las náuseas se habían hecho presentes ahora. No quería perder la conciencia ni golpearse la cabeza en este lugar. Y después de aquella confesión, nadie quería irse porque a pesar de ser sólo el principio, todos se habían sentido personas normales. De inmediato alguien quería ir a poner una carta de felicitaciones porque Lauren se había preocupado de hacer el ambiente ameno y divertido, bastante propicio para una situación como esta.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now