Camila: Precioso, ¿qué estás haciendo? –sonreía hacia donde escuchaba al niño.

Taylor: Está todo doblado, tratando de morder el calcetín sobre su pie, –ambas rieron- parece una bolita con una cabeza rubia. Sí mi amor. –Decía tirándole besos al bebé que la miraba atentamente– Toma mi mano –así lo hizo Camila, sintiendo algo tremendamente suave entre los brazos Tay.

Camila: ¿De qué es mi disfraz? –dijo tanteando la tela curiosa por saber.

Taylor: –Sus ojos se le llenaron de lágrimas, es que Camila no podía ser más dulce– Es el bello vestido de una princesa, todos morirán al verte.

Le colocó el vestido apretando con cuidado el pequeño corsé para no asfixiarla, admirando lo increíblemente hermosa que se veía. Tardó un poco pues la morena sentía náuseas y moverla mucho podía incluso hacerla desmayar, pero cuando dio unos pasos hacia atrás y la observó, sintió deseos de llorar. Su hermana se iba a volver loca cuando mirase como se veía su futura esposa.

.................

Lauren jugaba con sus manos de manera ansiosa, sintiendo la brisa sobre su rostro. Quiso ver la hora con el reloj en su muñeca, pero fue su padre quien la detuvo y la miró con una sonrisa de compasión. Nunca se cansaría de admirar y estar orgulloso de sus hijas, el resultado de lo que eran hoy en día era gracias a los valores y el amor que desde siempre les inculcaron.

Mike: Ya va a llegar, Shawn me llamó y dijo que viene en camino. -Inclinó el rostro para mirar al al juez del registro civil. No quería inconvenientes y por ello se cercioraba de que todo estuviera en orden.

La boda sería en un parque privado junto a las personas que siempre las apoyaron. El lugar tenía bellas sillas blancas decoradas y una alfombra roja cubierta de rosas blancas.

La ojiverde levantó el rostro al escuchar murmullos, viendo como una hermosa limusina blanca se estacionaba. Primero salió su hermana junto al precioso y muy bien vestido Daniel, quienes se sentaron de inmediato donde les correspondía, más su corazón latió a mil por hora cuando se abrió la puerta trasera y de allí bajó Shawn junto a ella.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras su boca se abría levemente. Es que no podía ser más perfecta. La morena caminaba con cuidado del brazo de Shawn por la alfombra roja, mientras los rayos solares del atardecer iluminaban su vestido y rostro. Todos pensaron lo mismo, parecía un ángel.

Camila: ¿Y de qué crees que estará disfrazada Lauren? –decía siendo escuchada por todos los que se encontraban mudos para no arruinar la sorpresa.

Shawn: -tenía un nudo en su garganta- No lo sé Mila, pero busquémosla.

Camila: Que raro, no se escucha música, Verónica  seguro no pagó un DJ. –La latina sonrió enternecida. En silenció siguieron su camino hasta detenerse frente a Lauren- ¿Lauren? –sintió el aroma de su perfume, esbozando una sonrisa.

Lauren: -trató de hablar- Estás hermosa, demasiado hermosa. –La miró de pies a cabeza, su cabello ondulado, su maquillaje sencillo, irradiaba completa pureza.

Camila: ¿Dónde estamos Lauren? Porque no escucho nada parecido a una fiesta.

Lauren: -le caían lágrimas de sus ojos, apenas podía hablar por la pena que eso le causaba- Estamos en una, creo que la mayor fiesta de todas, la más bella que se celebra cuando se ama a una persona. –Colocó un pequeño mechón de cabello tras su oreja- Camila, ¿Me amas lo suficiente?

Camila: Te amo mucho cariño, pero no llores, dime que te sucede. –Susurró enterrando su nariz contra aquella tibia y suave mejilla. No podía verla, estaba ciega, pero todo contacto seguía siendo la gloria.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora