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#SuperLoriAlRescate

#BatiLori


—Lori, lo lamento, fue una confusión. No estarás molesta, ¿no?

Ignoré su voz, mirando a la izquierda como si pudiera encontrar algo más interesante en el patio de la escuela que en lugar de sus palabras.

—Vamos, yo pensé que tu aceptaste con ese gesto y no hiciste nada. Ya ocurrió, de igual modo, lo lamento —la voz de Blake sonó apenada y tuve que morderme el interior de la mejilla para evitar decir algo indebido. No quería sonar grosera—. Está bien, no pensé que llegaría a este punto pero... ¿quieres algo a cambio de haberme comido tus papas?

—Quisiera unas papas nuevas —hablé luego de un rato—. También quisiera un jugo de durazno luego de la clase de música.... y si no es mucha molestia quiero un pony.

—Okay, está bien —asintió, pero luego entornó las cejas y miró inquisitivo—. ¿Acaso dijiste un pony?

Su expresión podría definirse como demasiado confundido y tierno, por supuesto que jamás diría algo como eso frente suyo, mi única vía factible fue comenzar a destornillarme de risa en su cara.

Obviamente que no le pediría tal cosa, bueno, tal vez si unas papas nuevas y un jugo pero no un pony.

—¡Hey! —Reece se sentó junto a nosotros en las gradas de la cancha de deportes—. ¿Por qué se ríe como desquiciada? —su pregunta fue a Blake.

—¿Sabes dónde conseguir un pony? —indago el castaño.

En ese momento traté de calmarme y apartar con las yemas de los dedos las pequeñas alojaciones de agua en las esquinas de mis ojos.

—Un po... ¿qué?, ¿para qué?

—Ya no inter... —su frase quedó suspendida en el aire al oír como la campana para clases resonó por las extensiones de toda la escuela.

Nos colocamos de pie, yo sacudí levemente la parte trasera de la falda del uniforme y nos dirigimos a clases de Literatura.

Hoy el grupo se redujo a los tres; George había agarrado un resfriado al día siguiente de la intensa lluvia y Pauline debía cuidar quedarse en casa a cuidar a sus pequeños hermanos e incluso a la tía Phoebe, mientras Aggie viajaba por unas horas a otra cuidad. Ella había renegado millones de veces; el motivo era Nick Hoffger, sabía que no podría verlo en dos días y como estaban "saliendo" eso parecía martirizarla. Hoffger... seguía sin caerme bien, pero no tenía nada que reclamar.

La profesora Jenkins quien había faltado las últimas semanas, ahora estaba de regreso, repartió las notas de los trabajos acerca del libro que habíamos trabajado en parejas. Aquel libro del el Reece y yo hicimos el informe y nuestra nota fue un aprobado. Los recuerdos de ese día se dieron por un segundo y luego se esfumaron al ver la sonrisa del ojiverde en su cara. Las esquinas de sus ojos se estiraron con admiración al ver la calificación y murmuró algo más para sí mismo.

—Esto pondrá muy feliz a mi mamá.

***

A la salida de biología me dirigí al casillero a cambiar los libros de la última hora, los chicos tenían clases de Historia y yo no compartía esa asignatura con ellos, por lo tanto que hacia más de media hora estaba sin ellos. Encontrarme a mi misma, sola, divagando con las ganas del Universo entero por los angostos pasillos me recordó a mis primero días aquí. No es como que extrañara aquello, de hecho una parte enorme de mi ahora se encontraba... plena.

Sí, plena. Creo que esa es la palabra que utilizaré a partir de ahora. Porque lo estaba, ellos me hacían sentir eso cada vez que estaban cerca de mi o junto a mi. Me... demostraron otro lado de las cosas, separaron lo que sentí antes de mi llegada a la secundaria e incluso antes siquiera de venir a esta cuidad. No diría que quisiera que las cosas hubieran sido así desde siempre, pero conocerlos me ayudó bastante a volver armar el rompecabezas que se había instalado en todo mi entorno. Pero aún le faltaban piezas.

Hopeless - NHCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora