Estuve toda la mañana con Tobias en la Universidad. Mirando los asistentes al acto, quien venía y quien no. También estuvimos preparando el escenario, la colocación de banderas y demás. Brad me envió un mensaje para recogerme e ir a buscar a Med, pero le dije que aún estaba liada.
Tobias me acercó a casa y en el camino, me di cuenta que estaba completamente loco. Me hacía reír con su felicidad extrema y sus locas anécdotas. - Aquí es, muchas gracias por acercarme.
- Hasta mañana, Scarlett.
Mi contrato era de media jornada porque alguien tenía que quedarse con Med por la tarde. Caminé hasta el portal y no tardé en subir. Cuando abrí la puerta, el olor a comida hizo que mi estomago rugiera. - Ya estoy en casa - dejé las llaves en el recibidor y mis tacones resonaron al ir a la cocina.
Brad se encontraba allí, con un delantal, cocinando algo. - Vaya, vaya - lo abracé por la espalda. - ¿Qué estás cocinando?
Brad miró hacia atrás y me sonrió. - Champiñones. ¿Cómo ha ido tu primer día? - me preguntó.
- Muy bien. - me puse a su lado y no tardé en tener sus labios sobre los mios. - ¿Y Med?
- Se ha quedado dormida, está en la cuna.
- ¿Cómo le fue el día? - me quité los tacones.
- Me dijo la profesora que bien. Se comió toda la comida y me dijo que estuvo jugando.
Sonreí - Voy a verla.
Caminé hacia la habitación de Med y me asomé en su cuna. Ella parecía un angelito. Sus rizos rubios, su carita redonda y blanca. Recogí mi pelo y me acerqué a ella para besar su cabecita con cuidado. Fui a la habitación y no tardé en ponerme algo de ropa cómoda.
Puse la mesa mientras los champiñones se acababan de hacer y me subí en la encimera viendo como mi chico estaba concentrado en la comida. - ¿Que hiciste hoy? - me preguntó.
- Estuve en la Universidad, ayudando a Tobias, mi compañero, a organizar la graduación. Mi jefe quiere que pase por todos mis compañeros para que vean como se organizan los diferentes eventos allí.
- Eso es perfecto. Tengo la tarde libre, podríamos ir a comprar algunas cosas que hacen falta.
- Bien - salté de la encimera y cogí mi plato. - Gracias. - besé su mejilla y caminé al salón.
- No puedo dejar de mirar tu trasero con esos pantalones cortos puestos.
Me giré y le sonreí con picardía cuando dejé el plato en la mesa. - ¿Te gustan?
- No sabes cuanto - me besó.
Aún hacía un poco de fresco por la tarde, así que me puse una sudadera ancja que tapaba mis pantalones cortos y mis deportes. Recogí mi pelo en un moño desordenado - la verdad es que me había hecho mejores - y vestí a Med.
- No dejo de mirarte y de pensar en lo joven que eres - dijo Brad pellizcando mi trasero mientras cargaba a Med en el ascensor.
- Oye - reí. - Tú tampoco eres tan viejo.
- Pero sí más que tú. Deja que coja a Med. - se la di.- Es impresionante lo que pesa ya. - saqué mi móvil y apunté al espejo. - Decid patata.
Decidí editar la foto y subirla a Instagram por lo bien que salíamos. En el coche, Brad puso la radio, donde sus canciones de dance hall no tardaron en sonar. - Estas canciones solo me hacen querer bailar contigo. - puse mi mano en su pierna y el me miró de reojo, sonriendome de lado.
- No me entretengas, preciosa.
Mordí mi labio y Brad entrelazó nuestras manos.
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ADOPTA A UN TIO / NO CORREGIDA
Teen FictionEn AdoptaUnTío, la red social más divertida del mundo, los tíos son «productos» y las chicas dulces clientes, como en un mercado de citas. ¡Únete! Te deseamos buenas adopciones. Escrita en 2016.