ADOPTA A UN TIO / NO CORREGIDA

Veintiseis [I]

Brad

Recibí una llamada alarmante de Scarlett. Me levanté de la mesa y salí corriendo. Había esperando varios pacientes. Fui a la recepcionista.

- Kate, Scarlett está de parto, tengo que irme. Cancela las citas y ponlas para otro día.

Ni siquiera me dio tiempo a escuchar su contestación cuando ya estaba bajando por las escaleras. Tenía el corazón a cien. Aún podía escuchar a Scarlett llorando mi nombre por el otro lado de la línea diciendome que fuera rápido.

Iba a matarme por la carretera a la velocidad que iba. Esquivé los coches y me salté varios semáforos mientras tocaba el claxon.

Paré en doble fila y me bajé del coche. Corrí hacia el portal y empujé a un hombre sin querer. Me disculpé y subí las escaleras lo más deprisa que pude.

Llamé a la puerta y Scarlett no tardó en abrirme. Lo único que pude ver era sangre.

Scarlett mantenía su mano en la toalla llena de sangre. Jadeó y se echó hacia delante. Me quedé en shock, viendo la sangre en el suelo, en su ropa y en sus manos.

- ¡Brad! - gritó.

Reaccioné y no tardé en cogerla en peso, ni siquiera recuerdo si cerré la puerta. Scarlett gritó de nuevo en mis brazos mientras se retorcía. No tardé en salir del portal y sentir las miradas de la gente sobre mí cuando la llevé al coche. Le puse el cinturón nervioso mientras ella seguía agarrando su abdomen.

Me monté y empecé a conducir. - ¡Se están muriendo, Brad! - gritó de dolor y se agarró a la puerta. - Me duele, me duele - lloró. - ¡Ah, Brad!

- Ya vamos a llegar, tranquila, tranquila. - cogí su mano y ella la apretó mientras gritaba.

Llegué y me subí a la acera al parar. Me bajé y no tardé en abrirle la puerta a Scarlett y sacarla. La cogí en peso y corrí con ella dentro. - ¡Ayuda! Por favor, ayúdenme. - miré a todos lados.

- ¡Tobias! - gritó una enfermera.

- Está de parto - expliqué poniendo a Scarlett en la camilla que habían traído - Tenía riesgo de desprenderse la placenta - hablé rápido.

- ¡Llama a la matrona de urgencias! ¡Rápido! - dijo una.

Varios enfermeros corrían con la camilla de Scarlett por los pasillos mientras sus gritos se escuchaban por todo el hospital. Corría detrás de la camilla. - Quiero entrar - le dije a una enferma.

- Entra ahí y ponte la ropa. Date prisa o no te dejaré entrar. - dijo con prisa.

Entré en la pequeña habitación y no tardé en ponerme la bata. Entré corriendo, mientras escuchaba a Scarlett gritar. Me puse a su lado y cogí su mano. Ella la apretó.

- No da tiempo de poner la anestesia y tengo que hacer una cesárea. - dijo la matrona. - O corto o tus bebés se mueren.

El vientre de Scarlett estaba descubierto. ¿Cesárea sin anestesia? Todo en mi cabeza dio vueltas cuando vi a mi chica asentir y a la matrona hacer un corte. Apreté la mano de Scarlett mientras ella apretaba con fuerza la mia. Soltó un grito desgarrador y su mano empezó a temblar mientras ella sudaba y jadeaba. Su agarre en mi mano se hizo más flojo. La vi con los ojos cerrados. Se había desmayado.

Pude ver como ellos sacaban a los bebés. Todo fue demasiado rápido.

- ¡Su pulso se está debilitando! - dijo una de las enfermeras mirando el aparato de Scarlett.

- Hay que hacerle una transfusión de sangre, ha perdido mucha. - dijo otro.

Miré el rostro pálido de Scarlett, manchado de un poco de sangre. Tiraron de mí y aunque intenté impedirlo, me sacaron de allí.