Veintiuno [II]

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Scarlett

Siempre había leido en los libros el momento en el que la pareja cocinaba, entre risas, bromas y besos. Y también había visto en muchas películas que ambos cocinaban en una cocina amplia, ella con un elegante vestido y tacones de infarto y él con una camisa y unos pantalones de vestir. Compartían caricias sutiles mientras bebían una copa de vino.

Y ahora estaba la dura y cruel realidad. Estaba cocinando en esa pequeña cocina del piso de Brad. Tenía puestos unos pantalones de chandal y una camiseta que no me diera mucha calor. Para completar el look, había recogido mi pelo en una coleta y llevaba puestas unas zapatillas de Minnie Mouse.

Mi compañero de cocina ese día, no llevaba camiseta, mostrando sus numerosos y extravagantes tatuajes, unos pantalones de chandal se sujetaban a sus caderas e iba descalzo.
No estábamos bebiendo vino, si no cerveza, y no estábamos riendonos, ni besandonos, ni acariciandonos.

Ambos estábamos un poco sudorosos por el calor de los fuegos y ya habíamos tenido algún que otro roce.

No le eches tanta sal, esto se hace así, deja de mirarme y ayúdame...

No le eches tanta sal, esto se hace así, deja de mirarme y ayúdame

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Stella y Taylor venían a cenar esa noche. Stella me había llamado para decirme que ella se encargaría del postre, un problema menos.

- ¿Por qué no te vistes y vas a comprar vino? No hay - Cerré el frigorífico y me puse de cuclillas frente al horno para ver como iba el pescado.

- ¿En serio?

Rodé los ojos - Tu verás.

- ¿No puedes ir tú?

- ¿Pretendes que salga a la calle con estos pelos y esta cara? Ni hablar. - limpié la encimera.

- Es la cara y los pelos que tienes siempre.

No dude en tirarle un paño haciendo que el riera.

- Además - me apoyé en la encimera - Estoy muy cansada.

Miré a Brad, que tenía el ceño fruncido. - ¿Has ido a mirarte como tienes la anemia?

Negué con la cabeza - Iré el lunes sin falta.

Brad se acercó a mí y besó mi frente. - Iré a comprar eso, vete duchando. - Le sonreí de lado y lo vi salir de la cocina.

Terminé de limpiar y Brad no tardó en salir. Fui a ducharme y cuando me desnudé y me miré frente al espejo me toqué el pecho, me dolía y ya me había quitado con el periodo. Ultimamente me sentía cansada, con sueño y con náuseas. Supe que volvería a tener anemia pero no había ido a hacerme los análisis.

Cuando salí del cuarto de baño encontré a Brad en la habitación escogiendo lo que se pondría. Pasé detrás de él liada en la toalla y terminé de secarme para ponerme mi ropa interior. Vi que el pecho se me salía un poco de ese sujetador que hace nada me quedaba bien. Tuve que ponermelo más flojos y miré mis pechos. Estaban hinchados.

ADOPTA A UN TIO / NO CORREGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora