Gabriel agachó la cabeza y apretó los puños, frustrado porque no podía decirle a su abuelo la verdadera razón para tener esa página. Lo entendía, yo también estaba frustrada y comenzaba a preguntarme para qué queríamos eso tan desesperadamente, ya no recordaba la razón.
Notaba que Seth también estaba tenso, igual de frustrado que Gabriel y yo. No podíamos hacer nada, el hombre no lo entendería, no teníamos forma de explicarle nada, sólo decirle y prometerle que nadie saldría mal parado.
Miré a Seth, buscando algo de apoyo, él se encontró mis con mis ojos, y él buscó lo mismo, los dos miramos a Gabriel, que su vez también nos miraba. Intercambiamos miradas, lo cual el viejo Culpepper notó, y asentimos, poniéndonos de acuerdo en una silenciosa conversación.
La desición estaba tomada.
-Abuelo -inició Gabriel -tengo algo que contarte. Tenemos -corrigió.
-Estoy ansioso por escucharlo -asintió el hombre, ya sabiendo que había algo detrás de tanta urgencia, no creyendo en lo que yo había dicho antes. Y sólo había una forma de hacerlo ceder.
Bien y podría ayudarnos un poco con la investigación, dados sus conocimientos.
Gabriel respiró hondo y se acercó a su abuelo.
-La verdad es que... -yo no podía creer que fuera a decirlo. -Jenna y Seth pueden cambiar de cuerpos, besándose.
Las carcajadas del viejo Culpepper llenaron el silencio de la biblioteca, no se desvanecían y el anciano parecía tener más fuerza en los pulmones de lo que parecía.
-Estos niños, tan ocurrentes -rió. Los chicos y yo estábamos ofendidos, aunque sabíamos cómo sería su reacción, no pudimos evitarlo; se trataba de un gran secreto y él se atrevía a reírse. Aunque claro, no esperábamos a que nos creyera. Estábamos diciendo la verdad, pero él lo tomaría como una broma, por lo que nos dejaría en paz por fin.
-¿Verdad que sí? -condordó Gabriel. -Por eso necesitamos esa página, para que puedan besarse sin cambiar.
-Ah, vale, está bien, está bien. Ya entiendo -le estiró la página a su nieto y éste la tomó, desdoblándola y apreciando su contenido sin emoción contenida. -De acuerdo -viejo Culpepper se apoyó de la mesa para ponerse de pie. -Debo admitir que nunca se me habría ocurrido. Es una buena idea -masculló para sí. -Una buena idea.
-Lo es -asintió Gabriel.
-Así que no piensan decirme de qué va tanto misterio.
-Esa es la verdad, abuelo.
-Ya veo -el viejo limpió sus lentes de contacto con un trapito que tenía en el bolsillo del pantalón, cuando terminó se los volvió a colgar en el cuello del suéter. -Mientras no tenga nada que ver con viajes astrales...
-Nada de eso, abuelo. Ya te lo dije.
-Está bien -suspiró. -Siéntanse como en casa, muchachos -se dirigió a nosotros. -Estaré abajo. Llama a Goffrey si necesitan algo.
-Gracias -dijimos los tres al unísono.
Cuando bajó las escaleras y se escucharon las puertas de la biblioteca cerrarse, suspiramos de alivio, liberando la tensión de hacía un momento.
-Eso estuvo cerca -comenté.
-Más que cerca. Le dijimos la verdad -dijo Gabriel.
-De cualquier manera, no nos creyó -dijo Seth.
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Cambio
Teen FictionSeth McFare y Jenna Kent no se llevan lo que se puede llamar... bien. Pero un buen golpe del destino hará un cambio de ciento ochenta grados que los involucrará completamente en la vida del otro. ¿Quién diría que un tropezón en las escaleras te podr...
23. ¿Una conexión?
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