— ¿Oye has visto a mi hermana?—pregunte posando mi mano en su hombro, él se encontraba de espaldas a mi hablando con una chica muy relajadamente. En cuanto noto mi mano había dado un pequeño bote.

— Mierda —maldijo — Cameron no vuelvas a hacer eso.—sonreí ante su comentario, lo había asustado,este chico es un calzonazos.

— Pero la has visto o no. —insistí.

— Sí, esta en la zona de los sofás con su móvil.

— Gracias —dije y me encamine en busca de mi hermana. La zona de los sofás y los "pufs" estaba en una esquina bastante tranquila. Era una zona en la que los estudiantes podíamos relajarnos. Yo me había quedado dormido ahí un par de veces.

— Enana, vámonos.—le ordene cuando la vi.

— Ya era hora, pero nos vamos porque yo quiero no porque tu me lo estés ordenando—comenta mientras se levantaba y guardaba el móvil en el bolsillo pequeño de su mochila. Me mira y frunce el ceño.—¿Se puede saber que te ha pasado en la mejilla?

— ¿Eh?—dije pasando una de mis manos por el lugar que había recibido el golpe. Esa chica pegaba fuerte.— Nada.

— ¿Te has peleado? Dime quien ha gozado tocar a mi hermano porque le parto las piernas — parecía enfadada. Esta niña podía llegar a ser un fastidio, pero para mi es muy importante. Siempre cuide de ella, des de que la vi por primera vez sabia que tenia que cuidarla y mucho antes de conocerla ya la quería. Sí, soy un maldito cursi y cabe decir que soy un hermano muy sobre protector. Así que en cuanto mi hermana tenga novio, este sufrirá y mucho.

— Déjalo, enana—dije revolviendo su cabello.

— No me llames enana.

— Seguiré llamándote enana, enana.

Ya en el coche Jazmín se quedo mirándome, dudando en decirme algo o no.

— ¿Qué pasa?

— ¿Has visto a Daniela?— me preguntó jugando con sus dedos.

— ¿Qué?

— ¿La has visto o no?

— Me pareció...me pareció verla, pero no podía ser e..—entonces si que había sido ella,pensé. — ¿como sabias que ella estaba en el bar?

— Bueno — comenzó — creí que querías verla así que le envíe un mensaje pidiéndole que viniera a recogerme porque tu te habías olvidado.

— ¿Qué? —estaba totalmente sorprendido. Ella había venido. Sí, pero no a verme a mi sino a recoger a mi hermana, la que supuestamente yo había dejado sola.

— No te enfades. ¿Vale?

— Joder, Jazmín —dije,estaba enfadado. Claro que lo estaba.— No vuelvas a meterte en mis asuntos. ¿De acuerdo?

Ella sabia que estaba enfadado así que simplemente asintió con la cabeza y se quedo callada. Cuando llegamos a casa la deje y me fui; mamá ya había llegado así que podría quedarse con ella, yo tenia que ir a ver a Daniela.

Cuando llegue al campus de artes escenicas, que se encuentra en la misma universidad a la que yo asisto, deje el coche en el aparcamiento. Tenia que encontrarme con Daniela, estoy seguro que ahora mismo se encuentra ensayando alguna obra o algún baile.

Fui directo a la sala de ensayos que era como un pequeño teatro. Entre intentando hacer el mínimo ruido posible, estaba un poco oscuro solo estaban encendidas las luces del escenario, así que me fue un poco difícil no hacer ruido. Me senté en uno de los asientos de la ultima fila y la mire, allí estaba ella. Bailando, como yo ya lo había supuesto.

Daniela era hermosa. Se movía con mucha habilidad de un lado al otro del escenario , de puntillas, le encantaba el ballet. A mi no me gusta en absoluto, pero cuando la veo a ella mis gustos pierden importancia. Se ve tan pura, tan ella.

No podía parar de mirarla y ella no notaba mi presencia estaba totalmente sumergida en su baile. Estuve mirándola durante un rato hasta que se tropezó con su propio pie y se cayo, se desplomo ahí, en el suelo. Corrí lo más rápido posible al escenario y vi como se sentaba, eso me había aliviado un poco. Me acerque a ella y me puse de cuclillas para estar a su altura.

— ¿Estas bien?— Le pregunte, ella no me miraba pero asintió con la cabeza. Tenia pequeños mechones de su cabello castaño pegados en la frente por el sudor. Se veía tan frágil.

— ¿Cuantas veces te he dicho que no vengas aquí?— pregunto de manera fría mirándome, este acto había echo que algo dentro de mi doliera. No entendía por qué siempre me alejaba de ella, antes éramos amigos. Antes de que le dijese como me sentía respecto a ella todo estaba bien entre nosotros, pero eso ya no era así.

— Yo solo quería hablar de lo que paso con Jazmín, ella esta...—intente justificar mi presencia, no se ni porque lo hago. Ella es capaz de desarmarme por completo. Soy como un tonto a los pies de una chica. Odio sentirme así, pero no puedo hacer nada para remediarlo. Me tiene atrapado.

— Olvídalo, Cameron. Vete tengo que ensayar.—dijo sin dejarme hablar.

— ¿Por que prácticas tanto? Te sobreesfuerces.

— No me sobreesfuerzo. Tengo que ensayar.—dijo poniéndose de pie y yo hice lo mismo.—Cameron sabes que este es mi último año. Pronto llegara mi momento, ese momento por el cual he estado esperando tanto.

Daniela tiene veinticuatro años, así que este era su último año antes de adentrarse totalmente en el mundo de la actuación.

Lo sé, es seis años mayor que yo, pero eso no me importa. Des de la primera vez que la vi toda ella llamo mi atención, la primera vez que la vi fue en una obra de teatro en el que ella bailaba.

— Deberías descansar— comente.

— Y tu deberías irte— dijo cortante, yo no dije nada. Me quede un instante totalmente quieto y luego reaccione. Me di la vuelta dispuesto a irme.— Siento ser tan dura contigo, Cameron.

La mire, podía ver que lo que decía era verdad, lo veía en sus ojos azules. Para tranquilizarla le dedique una pequeña sonrisa y ella me respondió de la misma forma.

— Vete a descansar Dani—dije mientras me iba, estaba de espaldas a ella.

— Lo haré Cameron. Lo haré.

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