"¿Por qué me miras así?"

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No sabía en donde me encontraba, solo oía delicados sollozos en medio de un silencio escalofriante, ¿cómo he llegado aquí?, ha de ser otros de mis sueños, en donde puedo verla a ella, solo a ella en medio de la nada ,porque es lo único que anhelo ver.

La realidad comienza a sucumbirme , veía la oscuridad penetrando mis ojos, o tal vez... Solo tal vez tenía los ojos cerrados , para no ver la realidad en donde me encontraba.

~~~

Hoy es una de las tardes más frías, puedo sentir el frío calarme los huesos. Me encuentro sobre el gran cajón en dirección opuesta en donde se encuentra Mildred, su edor ya es realmente algo que no puedo soportar. No puedo vomitar lo poco que he comido.
Entrelazo mis manos con mis piernas mientras mi cabeza descansa en mis rodillas, siempre me ha gustado pensar, pero comienzo a sentir que es en vano teniendo en cuenta en donde me encuentro. Analizando bien las cosas, dudo que sea un secuestro por dinero, porque ya estaría muerta o no estaría aquí. La verdad no entiendo en qué situación me encuentro, no sé si mi mente está fatigada o solo no quiero ver la realidad.

Comienzo a quedarme dormida mientras acaricio delicadamente mis piernas, estoy sucia, adolorida. Mi pie está sanando, pero su recuperación es muy lenta.
Siento un escalofrío en mi espalda, me estremezco cuando siento que están abriendo la puerta, ya es tarde para correr hacia dónde está Mildred y protegerme con ella, me acomodo en un rincón al lado del cajón en donde me encontraba hace solo segundos.

-Diosito por favor protégeme, ayúdame a salir ilesa de sus golpizas- comenze a susurrar con ambas manos entrelazadas imaginando que aquí en este rincón estaba fuera de su alcance.

Vi como entraban ,a medida que avanzaban mi corazón latía más fuerte traían una bolsa de la cual podía ver que goteaba una sustancia algo viscosa, pero la oscuridad no me dejaba ver bien.

-Donde está mi pequeña zorrita- lágrimas comenzaron a caer nublando mi vista.

-VETE DE AQUÍ- Grité -¡DÉJAME EN PAZ MALDITO ENGENDRO DEL DEMONIO!- Lancé uno de los tarros de pintura que había en un costado de mi.

-Ja- Río irónicamente- ¿esas son tus mejores groserías?, mírame MALDITA ZORRA, me iré pero cuando vuelva- Se sobo ambas manos- VAS A SER MÍA, ¿OÍSTE BIEN?, MIAAA- Escupió la última palabra, tan fuerte y clara que todo mi cuerpo se estremeció.

-Dios, que se vaya- Susurré.

-que te diviertas bombón- Me dio la espalda, se dirigía hacia la puerta pero en su camino golpeó la bolsa que había traído- Buena suerte- Dicho eso, de un salto ya se encontraba cerrando la puerta, pude oír el cerrojo, los candados y un ruido extraño, era como cuando calientas algo en el horno y suena el timbre de que ya está listo.

Me puse de pie con cautela, a medida que me acercaba a la bolsa divisé que el líquido que descendía de esta era sangre. Mientras más cerca el edor de Mildred se hacía más fuerte, no sabía si ahí dentro había un animal, una persona o solo restos de alguien, la bolsa era muy pequeña. Gran susto me llevé cuando esta se movió y se estiró por completo, ya era evidente que ahí dentro había un cuerpo.
Tome la bolsa desde la punta para arrastrarla lejos de la putrefacción que se estaba ocasionando en ese lado de la habitación, me puse en cuclillas frente a la bolsa, desamarre el nudo ciego que está tenía, al hacerlo un charco de sangre inundó mis pies, no entraría en pánico nuevamente, dándole la espalda a la parte superior del cuerpo comencé a descender la bolsa por su cuerpo hasta sacarla por completo, no veía nada, entre las lágrimas y la oscuridad me cegaban, su rostro estaba lleno de sangre, lo arrastre hacia la luz.

Mientras mi corazón volvía a acelerarse más rápido que la última vez, me levanté en busca de algunos trapos sucios para limpiarle la cara.

Mis manos no estaban estables, no quería aceptarlo o solo no veía la realidad.

-Dylan-Susurré mientras más lágrimas me inundaban- DYLAN- Grité mientras limpiaba con delicadeza su rostro, mi corazón estaba al borde de un colapso.

Con ambas manos embetunadas en su sangre tomé su rostro para ponerlo sobre mis muslos, aún asustada y en pánico acerqué mi oído hasta su nariz.

Respira, y jamás en toda mi vida algo banal me había puesto tan feliz.

-Dylan- Volví a susurrar cerca de sus labios- Dylan- Era la única palabra que podía salir de mis labios.

Lo volví a arrastrar pero esta vez con suma delicadeza, para ponernos a ambos bajo la oscuridad en donde mi mente creía que estaba a salvo de ese patán.

-Dylan- Acariciaba sus mejillas mientras veía como mis lágrimas inundaban su rostro, limpiaban su mugre y ya podía ser visible los moretones que este presentaba.
Entrelace nuestras manos, él yacía acostado con la cabeza en alto gracias a mi única frazada.

Hacía mucho frío y temía por el, Dylan no despertaba.

-Por favor Dylan- Estaba apoyada en su pecho, mi mano derecha separaba su cuerpo de mi cabeza mientras mi otra mano se encontraba entrelazada con la suya.

-Diosito, por favor no te lo lleves- Sorbete mi nariz, los sollozos eran incontrolables- Dylan despierta.

Sentía el frío en cada parte de mi cuerpo , sentía vibrar el cuerpo de Dylan debido a mis constantes tiritones.

No quería hablar,sentía que todo lo que había llorado aquí era todo lo que tenía, en cierto punto sentí que ya no tenía lágrimas, pero ahora que tengo a Dylan entre mis brazos y no respomde veo que solo me faltaba una buena razón, porque aunque quiera no puedo parar de llorar.

Su cuerpo se comenzó a calentar y eso provocó que me acunara más a su lado, podría ser mi última noche aquí, siento que mi cuerpo no puede más, eso hasta que sentí su apretón.

-Que pasa- Sentí su voz rasposa traspasar mis oídos, un escalofrío inminente se hizo presente, mi piel se erizo al escuchar su voz.

-Dylan- Separé mi cara de su pecho para mirarlo, estaba con su mirada perdida en mi.

-Lena- susurró, no separó nuestras manos pero con la otra toco mi rostro- ¿eres tú?- Pude ver cómo sus ojos comenzaron a cristalizarse - Dime por favor que no es otro de mis sueños... esto, esto, esto parece real Lena.

-Dylan- ahogué un sollozo- Soy yo- Su mano se aferró a mi nuca, lentamente me acerco a él quedando solo a escasos centímetros.

-Solo hay una forma de saberlo- Me besó, en este punto no sabía si era real o solo volví a soñar con él, como aquella vez que me dejó ahogarme en mis lágrimas.

Sus labios acariciaban los míos, jadeante solté su mano para envolver ambas en su cuello, lo separé abruptamente de mis labios para observarlo, realmente está conmigo.

-Lena- Observó mis ojos con alegría, mientras una media sonrisa poblaba su rostro- ¿Por qué me miras así?- comenzó acariciar mi brazo.

Junté nuestras frentes, necesitaba sentir su olor, necesitaba sentirlo cerca de mi.

-Porque te quiero- él sonrió y lentamente volvió a juntar nuestros labios.

Because I love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora