-Yo...

-Reece quiere decir que lo lamenta- el castaño a su lado se apresuró a decir, poniéndole una mano en los hombros-. Y yo también lo siento, fue mi culpa que él chocara contigo.

-Está bien, no ocurrió nada grave.- traté de suavizar el drama.

-Hey por cierto, soy Blake, y bueno, él Reece.- se presentó.

-Lori.- saludé.

-¿Eres la nueva cierto?

Asentí hacia los chicos.

-Suerte con el primer día, aunque ya te caís...- calló. Se salvó antes de meter la pata.

-Sí, ya compré un metro del patio.- señalé dónde caí.

Blake sonrió tímidamente.

-¡Bibby, Richarson!- gritaron detrás.

Los chicos votearon y les hizieron una seña al muchacho que los llamaba, moviendo su brazo en el aire.

-Mejor, continuo caminando- hablé enseguida.

-Nos vemos después, Lori- Blake habló.

-Nos vemos...

Di la vuelta, pero no encontré a ninguna de las chicas que estaban corriendo hace un segundo a mi lado. Luego me di cuenta de que estaban calentando en el mismo lugar de antes; Huff me llamó con el silbato y seguí el camino que me quedaba hasta ellas, orando porque ninguna me hubiera visto caer.

Desgraciadamente, eso no ocurrió y Penny indagó si estaba bien.

***

Me duelen las piernas por trotar. Estoy hambrienta. El día aún no acaba.

Afortunadamente el tema del hambre se puede solucionar ahora.

Así es, la hora del almuerzo seguía y yo estaba guardando mi conjunto deportivo en el casillero de los cambiadores.

-Hola.- miré a mi derecha, donde el cabello rubio de una chica sobresalía de los casilleros, mientras guardaba sus cosas junto a el mio.

-Hola- saludé.

-¿Lorraine o prefieres Lori?- preguntó casi con tono de voz divertido.

-En realidad el segundo.

-Bueno pues es un placer- cerramos nuestros casilleros al mismo tiempo- raro- y la pude mirar a los ojos-. Soy Pauline- se presentó sonriendo y tendió su mano.

Pauline era una linda chica, ojos celestes, cabello rubio largo como dije anteriormente, sonrisa bonita. Por su aspecto físico tendría pinta de ser agradable.

-Un gusto.- acepté su mano.

-¿Qué tal el primer día en Lowell Hills?

-Te diría que normal, pero aún tengo ganas de vomitar desde que llegué aquí.

Pauline rió y tomamos nuestras cosas del banco de los cambiadores.

-Es lindo una vez que te acostumbras.

-¿Fuiste la nueva?- indagué.

-Si, lo fui, pero hace dos años.

-Oh...

Dos años no se comparan al primer día, pero supongo que es el comienzo.

-¿Vas a la cafetería?- preguntó sonriente y asentí-. Yo voy allí también, vamos.

-Bueno, ya te vi en el entrenamiento y en la clase de biología, ¿qué opinas de los profesores?

Lo pensé por un momento y respondí:

Hopeless - NHCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora