Capítulo 11. ¿Tregua?

Start from the beginning
                                    

  —¡¿Qué yo...?! —Abrió la boca anonadada—. ¡¿Qué hay de ti, Rey Goblin?! ¡Robaste a mi hermano, no una, sino dos veces; me encerraste en el oubliette; me arrojaste al Bog of Eternal Stench, me engañaste y todo por partida doble! ¡Yo sólo quería a Toby de regreso! ¡Nada más!

  —Sarah, lo hice por ti. Tú querías tener aventura, emoción. —Serio, él se acercó a ella—. Dime, Sarah. ¿Alguna vez te lastimaste? ¿Alguna vez, estuviste en un lugar sin posibilidad de escapar del "supuesto gran peligro"? —La joven tragó saliva. Bueno, por cierto que siempre salió impresionantemente intacta de cada riesgo.

  —Bueno... siempre estuvieron ellos ayudándome... —refutó con cierta tenacidad; porque aún no recordaba los nombres, pero, sabía quiénes eran "ellos". Los recuerdos habían estado regresando a ella durante el fortificante baño de la noche.

  —¿Y en este último? —presionó él.

  —En este último, todo fue muy extraño... Todo era igual, pero, a la vez no. Y no había ningún ser vivo allí afuera que pudiera ayudarme.

  —¡Oh, gracias, mi querida! ¡Cuando gustes, llévame flores a la tumba!

  —¡Tú no me ayudaste, tú sólo...!

  —¿Sí? ¿Sólo qué? —la instó.

  —¡Tú sólo te divertiste a mi costa y me distrajiste para que perdiera mi valioso tiempo! —Jareth resopló echando sus ojos hacia atrás—. ¡Por eso no te vencí esta vez! ¡Eres un tramposo!

  —¡No me hagas reír, Sarah! ¡Si llegaste sobre la hora fue porque yo te ayudé! ¡Jamás hubieras podido terminar el camino que anteriormente hiciste en trece horas, en siete!

  —¡¿Trece horas?! —exclamó airada—. ¡¿Cuándo me diste realmente trece horas?! ¡¿O ya olvidaste cuando me robaste aquellas horas en mi primer viaje y que, esta vez, también me quitaste tiempo?!

  —Si te quité tiempo las dos veces, fue porque me provocaste. Era eso o besarte delante de ese tonto de Higgle. Y esta vez, fue sólo para que recordaras. Por si no te has dado cuenta, desde el primer instante en que advertí tu pérdida de memoria, me dediqué a darte pistas de tu primer viaje a lo largo de este último.

  —¡No es Higgle es...! —Se detuvo unos segundos—. ¡Bueno, lo importante es que, como tú dices, lo hecho, hecho está! ¡Así que no hay excusas que valgan, Rey Goblin!

  —Pues, lo mismo va para ti, Sarah. Tu hermano es mío ahora, así como lo eres tú.

  —¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no me regresaste a mi casa si tan sólo querías a Toby?!

  —¿No es obvio? Toby me simpatiza mucho. Es un verdadero encanto. Pero... tú me resultas más atractiva. —Se encogió de hombros con diversión y se aproximó a ella, ahora, con sensatez—. Sarah, tú eres lo que quiero. Todas esas tardes que actuabas frente a mí, que me perseguías...

  —¡Pero, yo no sabía que eras tú! ¡No sabía que eras real! —se lamentó.

  —¿Y tanto te molesta que lo sea? —se mostró dolido—. ¿Preferirías que desaparezca para siempre, como la primera vez?

  —N-no, pero...

  —¡¿Alguna vez te preguntaste, Sarah, qué era de mí, mientras tú festejabas tu gran victoria?! —se molestó—. ¡¿Te importó acaso saber, qué pasaría con todo esto, con mi gente o conmigo?! —Hizo una pausa—. ¿Pensaste, aunque fuera un instante, en mí? —Ella se mordió el labio inferior; jamás le respondería a algo como eso.

  —¿Qué tiene que ver eso con tus sucias trampas? —fue todo lo que contestó. Jareth la aferró de los hombros.

  —¡Sarah, no estoy jugando! ¡No todo es trampa, no todo es juego!

Dulce como un durazno.Where stories live. Discover now