Capitulo 60: Contra todo

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Minutos más tarde el medico vuelve a salir y parece cansado, intento entender sus expresiones, intento buscar en sus ojos que todo está bien, pero no lo consigo, está serio y mi corazón se acelera en mi pecho, no puedo escuchar lo peor, no lo soportaría, aun así, me obligo a ser fuerte, tengo que ser fuerte, a Pablo no le gustaría que caiga, él siempre quiso que esté bien. Tomo el brazo de Helena y lo acomodo alrededor del mío, siento su cuerpo temblar junto al mío y estoy segura que nunca la vi así... su niño está enfermo, su niño es el que corre peligro y yo soy la culpable... caminamos juntas hacia donde ya todos están junto al médico.

- Los resultados del cultivo hacen mucho más fácil el tratamiento, ya no hay fiebre, los antibióticos están dando resultados, seguiremos controlándolo, pero lo peor ya pasó.

Siento a Helena relajarse a mi lado, su brazo se afloja y lo sostengo. Intento entender las palabras, él medico sonríe, son buenas noticias. Por supuesto que tienen que ser buenas noticias... Pablo está bien.

- Está despierto intentando convencer a las enfermeras y doctoras que lo dejen salir, y todas están cediendo, así que en unos minutos lo pasaremos a la habitación.

Sonrío sintiendo como el peso en mi interior se libera, así es Pablo, sin siquiera proponérselo enamora y seduce a todos a su alrededor y puede conseguir todo lo que quiera. Conmigo puede conseguir todo y eso me aterra, me da miedo amarlo como lo amo, me da miedo la intensidad de mis sensaciones con él... por eso me equivoco una y otra vez... una y otra vez...

- Está débil y cansado, pero es normal, la fiebre fue muy alta, pero es joven y su estado en general es perfecto, se recuperará muy pronto. Cuando salga podrán verlo todos.

Después de eso nos deja, todos suspiramos aliviados, Salva toma el móvil seguramente para hablar con Casilda, Salvador abraza a Helena y Martin se acerca a mí y me envuelve con sus brazos, me derrumbo, estoy sin fuerzas. Intento ser valiente, por ellos, porque sé que fue duro, pero en este momento siento como si mis piernas no me sostuvieran. Martín soportando todo mi peso, me sienta en un pequeño banco, se arrodilla frente a mí y toma mi rostro, obligándome a mirarlo. Me esfuerzo en enfocarme en su rostro, pero la imagen de Pablo en la cama sin movimientos, vuelve a mí una y otra vez... ¿Qué me está pasando? Mi respiración se acelera, pero es como si el oxígeno no llegara a mis pulmones. Me siento mareada, siento como si las paredes blancas se acercaran cada vez más a mí y me aplastaran, las voces a mi alrededor suenan demasiado lejos y volví a apretar mis manos sin piedad.

- Paula, pequeña, respira... respira, concéntrate en mi voz.

Escucho la voz de Martin e intento anular todo a mi alrededor y concentrarme en él. Inhalo y exhalo... poco a poco la imagen de Martin se hace nítida frente a mí.

- Eso es pequeña... respira.

Poco a poco todo se va aclarando, siento a Helena sentada a mi lado sosteniendo mis manos, siento la mirada de Salvador parado frente a mí. Miro a Martín y me sonríe, él está sonriendo... está sonriendo porque mi chico tonto está bien... Pablo está bien.

- Pablo está bien pequeña. Pronto podrás verlo, él está bien.

Le correspondo la sonrisa y respiro más tranquila, creo que desde mi adolescencia que no tenía un ataque de pánico y acaba de dejarme agotada.

- Martín hagamos que la vea un médico.

- No será necesario Salvador, solo fue un ataque de pánico, ella estará bien.

Martín se aleja de mí y me deja más tranquila que él sepa de qué se trata todo esto, porque no me siento con fuerzas para aclararlo. Salvador se acerca despacio y se sienta a mi izquierda, posa también su mano en las mías junto con Helena. Desde que nos encontrara juntos en Málaga no había vuelto a hablar con ellos, avergonzada, muy avergonzada. Pero ahora están aquí y nada más me importa, porque Pablo está bien.

TERRAL - Detrás de la música -Where stories live. Discover now