Capitulo 59: En mi mente

662 36 28
                                    


(Paula)

Estoy apoyada contra la pared, me rodeo con mis brazos, intentando darme un poco de calma, como me gustaría que sean sus brazos en este momento. pero no puede abrazarme, no puede porque sus brazos, esos maravillosos brazos yacen inmóviles en la cama. En mi interior se enciende un grito con su nombre, parece moverse por cada parte de mi cuerpo, pero para cuando atraviesa mi garganta solo sale como un susurro, un susurro lleno de dolor y confusión, porque eso es lo que tiene mi interior en este momento, dolor y confusión. ¡Despertate Pablo! ¡Despertate por favor! Lamento todo, lo lamento y te amo, con todo mi corazón y sé que no cambiaría lo que tenemos por nada en este mundo, lamento tanto haberlo dudado. ¡Despertate!

Siento ganas de correr, correr hacia el pasado, quiero correr hacia unas horas atrás, quiero volver hacia ese momento donde pude escuchar su voz y quiero poder tomar otra decisión, quiero dejar todo y venir a acompañarlo. Ni siquiera lágrimas caen por mi rostro, porque me siento congelada, como si mis músculos se negaran a reaccionar, por supuesto que mi cuerpo no quiere reaccionar, mi cuerpo lo necesita, cada fibra de mi cuerpo desea ahora sentirlo y siento un frío que me congela desde adentro. Solo ante la posibilidad de ya no tenerlo en mi vida me hace sentir que el aire es poco. Presiono mis brazos sobre mi cuerpo y vuelvo a susurrar su nombre, en una súplica porque me escuche y despierte, una súplica hacia el cielo para que me lo devuelva... y me sonría... ¡Despertate Pablo por favor! Un grito se enciende pero se ahoga en mi garganta... se mantiene en mi mente. ¡Despertate Pablo!

Miro a Marcos moverse al lado del cuerpo de Pablo, no sabía a quién más llamar, no podía llamar a Martín y María, Pablo no quería, y solo se me ocurrió llamarlo a él, ni siquiera estaba tan lejos de acá y llegó enseguida, solo han pasado minutos, pero yo siento que envejecí... envejecí años esperando que reaccione. Y aún no despierta, y ya no tengo fuerzas para seguir suplicando, ya no tengo fuerzas para seguir mirándolo así. Necesito que se ponga de píe y bromee sobre lo exagerada que soy...necesito que me sonría...

Marcos se acerca a mi preocupado y me habla, no sé qué dice, no puedo reaccionar, solo lo miro segundos y puedo distinguir que su boca se mueve, pero no escucho y no entiendo ¿Qué hace aquí? Es el departamento de Pablo... ¿Quién lo invitó? No debería estar aquí... sacudo la cabeza intentando ordenar mis pensamientos, porque siento que estoy sumergida en una nube y no entiendo nada... presiono fuerte mis ojos cerrados por unos segundos... ¡Está aquí por Pablo! ¡Yo lo llamé! Porque Pablo... ¡Dios! ¡Cómo puedo ser tan estúpida! Rápido mis ojos vuelven a su cuerpo sin movimiento. Algo se enciende en mi interior, como una fuerza, esto no puede estar pasando, tiene que ser una broma y ya es demasiado... ya probó lo que quería probar, ya me di cuenta que no podría seguir sin él, ahora tiene que despertar. Esquivo a Marcos que intenta sostenerme y corro a su lado a la cama, lo muevo bruscamente de los hombros, intentando que reaccione.

- ¡Mierda Pablo! ¡Despertate! ¡Ya fue suficiente!

Pero no reacciona, esta frío, y su cara, su preciosa cara no tiene ninguna expresión y lo odio por hacerme esto, siento a Marcos intentando alejarme, pero no puedo. Él quería que yo esté con él y lo cuide y eso voy a hacer, no voy a alejarme, aunque Marcos lo intente. Quiero zafarme de él, no quiero que me toque, no quiero sus manos en mí... mi cuerpo, mi alma, todo le pertenece solo a Pablo, siempre... no quiero que me toque. Pero es demasiado insistente y es más fuerte, me aleja y me para frente a él, no puedo enfocar mi mirada, no puedo, quiero volver a estar con Pablo, pero él me sacude de los brazos y siento como si me despejara, me grita y por un momento vuelvo en mi misma, vuelve el dolor en mi interior, veo el rostro preocupado de Marcos y me concentro. Ese grito sigue en mi ahogándome, negándose a salir. Intento entender lo que me dice, intento que mi corazón le dé un descanso a mi mente.

TERRAL - Detrás de la música -Where stories live. Discover now