Capitulo 36: Dolor

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(9 de Julio)

(Pablo)

Son casi las dos de la tarde, recién llego de Cádiz y aunque lo mejor hubiera sido pasar directamente a Gijón, necesitaba parar en Madrid, y lo hice a pesar de las quejas de todos, lo hice porque no puedo pasar un día más sin hablar con ella. Necesito aclarar esto porque me está matando, los días juntos en Málaga solo hicieron que ahora la extrañe más y no puedo soportar la idea de que en este momento me esté odiando por todo lo que pasó. Y mi trabajo no hace nada de esto más fácil, tengo que viajar constantemente cuando en realidad debería de estar aquí intentando arreglar todo este desastre. Es demasiado estresante aparentar delante de todos que las cosas están más que bien cuando en realidad nada en mi está bien ahora.

Llevo días con su imagen en mi retina, pero no su imagen feliz, es su tristeza la que me tortura, es su mirada perdida y dolida de la última vez que la vi; y la necesito, como si ella fuera la fuerza que hace que todo en mi cuerpo funcione, porque me siento perdido, funcionando casi por inercia, la sensación de su cuerpo entre mis brazos, la sensación de sus labios en mí, todo es un constante recordatorio de que ya no la tengo, que quizás la perdí definitivamente como resultado de mi propia estupidez.

Golpeo y espero, suplicando en mi interior que esté en casa y que su ánimo esté mejor, porque será demasiado difícil intentar hablar con ella, la conozco lo suficiente para saber que está cerrada en ella misma y sé que no merezco que las cosas sean fáciles, soy un idiota. Al minuto sale con un vestido suelto en colores claros hasta la rodilla y zapatos bajos, con su pelo negro cayendo suelto sobre sus hombros y con un pequeño bolso que me indica que está por salir, mi respiración se detiene y me odio a mí mismo, como me gustaría ser indiferente a ella, que no me afecte. Pero aquí estoy, admirándola y deseándola, y sin palabras, deseando mas que nunca envolverla en mis brazos, consolarla y decirle que todo es un maldito error, y que solo necesito que vuelva a mi.

- ¿Qué estás haciendo aquí?

- Necesitaba hablar contigo.

- Ya no tenemos nada de qué hablar. Por favor seguí con tu vida.

- Paula... por favor... vine hasta Madrid cuando debería de estar en Gijón y debo viajar en unas horas. Solo te pido unos minutos.

- Eso no es mi problema... no tengo tiempo, estoy por salir.

- Te llevo.

- Me están esperando. Adiós pablo.

Sin palabras, me deja sin palabras, nunca la había visto así, me giro para ver quien la espera y lo veo sentado en su auto, el idiota me saluda con la mano, le correspondo y me obligo a sonreír. Paula pasa por mi lado, y la sujeto del brazo, ella se vuelve fulminándome con la mirada.

- ¿Dónde vas? ¿Tienes algo con él?

- No es asunto tuyo Pablo. Vos con tu vida, yo con la mía... es hora de que los dos lo entendamos.

- Paula, no hagas esto, si estás con él, yo...

- Si estoy con él ¿qué? Es lo mejor que me podría pasar en este momento, alguien como él, maduro, sincero... ya tuve demasiado con vos, ahora necesito paz y él me la da. Volvé con Carla, son el uno para el otro, pero por favor esta vez, evita hablar de mi con ella.

- Paula...

Se suelta de mi agarre y se aleja subiéndose al auto, no puedo más que mirarlos mientras siento una marea de dolor llenar cada parte de mi cuerpo, haciendo que mi sangre se apresure en mis venas y mi corazón comience a latir a una velocidad que parece sacarlo de mi pecho. ¿Por qué está haciendo esto? ¿Por qué no es capaz de abandonar un poquito el orgullo y escucharme? Si tan solo yo le importara, si lo nuestro le importara debería de concederme unos minutos... pero quizás en realidad no le importa después de todo... quizás solo me estaba engañando a mí mismo y nunca le importó.

TERRAL - Detrás de la música -Where stories live. Discover now