Capitulo 54: Las lineas de nuestro futuro

613 34 64
                                    


(31 de agosto)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(31 de agosto)

(Paula)

Camino despacio por la playa, me quité los zapatos, me gusta sentir la arena en mis pies. Después de meditar toda la mañana indecisa y con un empujoncito de Juan me decidí a viajar y aquí estoy. Llegué hace una hora y lo estuve esperando en su casa mientras tenía una larga conversación con Helena. Aunque ella no sabe el tipo de relación que tenemos, sé que todo esto la preocupa. Sus palabras se repiten en mi cabeza "eres como una hija para mí, pero aun así no te perdonaría que le hagas daño."

¿Le estoy haciendo daño? ¿Cómo? ¿Intentando conservar mi vida? ¿Qué tipo de relación tendremos si siempre cedo a sus caprichos? No puedo volver a lo mismo de antes, no debo, y además tengo que estar segura de lo que siente, porque tengo terror a entregarme de nuevo en esta relación y terminar destruida.

A lo lejos lo veo parado frente a la playa, está quieto, solo observando, no hay nadie, por supuesto que no, esta parte es privada la mayor parte del tiempo, por él más que todo. A medida que me acerco me doy cuenta que tiene su móvil en la mano, sonrío pensando que seguramente a publicado alguna foto, las redes sociales son su debilidad. Me acerco despacio intentando hacer el menor ruido posible, y el sonido de las olas me ayudan a pasar desapercibida. Cuando llego a él lo abrazo desde atrás y se sobresalta, su cuerpo en tensión.

- No tenés el más mínimo respeto por tu seguridad.

Cuando escucha mi voz se relaja, acaricia mis manos en su pecho y lleva su cabeza hacia atrás para que mi cabeza se acerque a su cuello, me embebo de su perfume, mar, huele a mar y a casa, con él me siento en casa, donde sea.

- Paula...

- Estás con ese celular en la mano y no escuchas nada a tu alrededor.

- Solo subía un par de fotos, quiero que la gente que me sigue vea lo mismo que yo, este paisaje es maravilloso

Suspiro mirando el mar frente a nosotros, su inmensidad siempre me hace sentir pequeña.

- Además, se supone que aquí estoy seguro, nadie puede atacarme.

- Yo llegué hasta aquí ¿no?

- Pues si... ¿vas a atacarme?

- Lo estoy pensando, no creo que tenga que atacarte, parecés bastante dispuesto.

Se gira, por unos segundos solo me observa, después toma mi rostro entre sus manos y me besa profundamente, respirando sobre mis labios como si hace siglos no lo hiciera, se aleja solo segundos, suspira y vuelve a mis labios, mueve una de sus manos de mi rostro y la posa en la parte baja de mi espalda, me presiona contra su cuerpo mientras su boca sigue moviéndose en la mía, torturándome, porque me hace desear más, siempre me hace desear más. Deslizo mis manos por su espalda, por dentro de la molesta bata de baño que me aleja de su piel, la saco de su cuerpo dejando que caiga en la arena junto a nosotros, el sonríe sobre mis labios, lo acaricio y siento como cada musculo en tensión se va marcando ante mi tacto, y acaricio sus brazos, tan fuertes, tan perfectos, me estremezco como siempre recordándome entre ellos. Despacio deja mi boca y sus labios bajan por mi mejilla hasta mi cuello dejando pequeños besos... Cierro los ojos sintiendo cada fibra nerviosa de mi piel activándose ¡Dios! Como lo extrañaba. La barba me hace cosquillas, y va dejando la sensación en su paseo por mi piel. No hay espacio entre su cuerpo y el mío, puedo sentir cada parte de él despertando ante el contacto. Vuelve a mi boca y deja pequeños besos antes de alejarse. Cuando consigo abrir los ojos me encuentro con los suyos abiertos y sonriendo, pasa su dedo por mis labios.

TERRAL - Detrás de la música -Where stories live. Discover now