Capitulo 33: Una tregua

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(4 de Julio)

(Paula)

Son casi las 3 de la mañana... ¿Dormir una noche completa? Ni siquiera recuerdo como era eso. Aunque en Málaga por lo menos logro estar un poco más tranquila. Respiro un extraño aire de paz que solo encuentro aquí. Llevo 3 días, por suerte Juan me entiende y me apoya, entonces esos días en los que viajo me dedico a trabajo administrativo, mantengo en orden los papeles y el bar funcionando y, aunque es más difícil que atender la caja, me da más libertad para llegarme a Málaga cada tanto.

Camino por el pasillo de la casa de los Moreno en busca de un vaso de agua, todo está en completo silencio, aun así, en cada rincón de la casa se respira el aroma de un hogar, el aroma que descubrí aquí con cada uno de ellos, suspiro con melancolía recordando mi familia, el apoyo que nunca pudieron darme y la paz que nunca viví con ellos. La vida da demasiados giros inesperados y hoy me doy cuenta, por fin, que todas las piedras que tuve que sortear, todos los tropiezos, fueron el camino que me trajo hasta aquí hoy, y mirando mi pasado desde esta perspectiva nada parece ser tan difícil y todo al final valió la pena. He cambiado tanto, he madurado y he crecido, y contrario a lo que pasa con el resto de las personas, fue la felicidad la que lo logró. Los dolores, los malos momentos, me estancaron y no me dejaron continuar, pero fue la paz y el amor los que me hicieron seguir adelante... y estoy aquí, rodeada de una calma que me hace pensar en lo difícil que será la tormenta que se avecina, sin importar como sea, podré con ella, es una certeza... no estoy sola.

Paso por la habitación de Pablo y la puerta abierta me muestra que no está durmiendo, seguramente otra vez en el estudio. Llegó a Málaga esta mañana y aunque mi idea era ir a un hotel a su llegada, fue difícil convencer a todos, así que para no causar demasiados problemas decidí quedarme. Además, los últimos días hemos hablado bastante por teléfono a pesar de los viajes, y tenemos como un extraño acuerdo de paz. Estamos bien, no hemos vuelto a hablar de lo que pasó, estoy aprendiendo a ser fuerte y ahora sé que terreno piso en cuanto a él, no puedo pedir nada, no debo esperar nada. Pero sentirlo cerca es como un bálsamo, mi bello, complicado y talentoso bálsamo.

En la cocina me sirvo un vaso de agua y preparo para Pablo una taza de Cola Cao que sé que le gusta y lo ayuda con sus insomnios. Se lo acerco, golpeo y entro, ni bien cruzo la puerta lo encuentro con la guitarra mirando las cuerdas con extrema concentración como si pudiera hablarle... magia, él y la música son pura magia. Me mira y su rostro se ilumina con una sonrisa y mis piernas para no perder la costumbre se aflojan. Sonrío recordando que fue la misma sensación que apareció en mi aquella vez que lo conocí y que se ha hecho permanente con él... solo con él. Lleva una musculosa negra y unos pantalones cortos, con su cabello desprolijo y tan increíblemente bello.

 Lleva una musculosa negra y unos pantalones cortos, con su cabello desprolijo y tan increíblemente bello

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- Te preparé una taza de chocolate.

- Gracias Paula, solo tú y mi madre me consienten de esta forma.

TERRAL - Detrás de la música -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora