Capitulo 58: ¡Pablo!

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(Pablo)

- ¿Paula?

No me contesta y siento que mi corazón se detiene por unos segundos, no puedo arrepentirme de lo que acabo de decir, porque es lo que siento, aunque me juré a mí mismo que nunca la presionaría, al final terminé haciéndolo, pero no pude evitarlo. Todo lo que pasó me hizo darme cuenta, cuanto he perdido el tiempo con ella y de que sobre todo no quiero perderla, la necesito conmigo, mas allá de todo lo que mi consciencia me diga. Pero ella no responde, me observa y me acaricia por unos segundos.

Intento penetrar en sus ojos para no desesperar, intento entender su silencio, porque las palabras no siempre son necesarias. Sus ojos de un marrón claro y casi transparente me invitan a sumergirme, me invitan a perderme, como siempre. Y en ese momento en que me dejo llevar me doy cuenta que por primera vez en todo este tiempo volví a leerla y sus ojos me dicen que ella también siente lo mismo, pero otra vez es el miedo que la detiene ¿o será otra cosa?

Se aleja entre mis brazos y camina de nuevo hasta la sala, no puedo permitir que se vaya, no ahora, tenemos que hablar, si permito la distancia ahora, nunca lo arreglaremos. La tomo del brazo y la detengo girándola hacia mí, demasiado cerca, tomo su rostro y la beso, moviendo mis labios sobre los suyos con insistencia, cuando me alejo tarda segundos en abrir los ojos, y cuando los abre veo el brillo de las lágrimas en ellos ¿Hasta cuándo seguiremos haciéndonos esto?

- Paula, no puedo evitarlo, intente no presionarte, pero es lo que siento, te amo.

Suspira profundamente como si intentara controlar sus emociones y detener las lágrimas.

- Ni siquiera tienes que decirme nada, pero no puedo seguirme guardando lo que siento, porque por mucho que lo oculte, está ahí... siempre está ahí.

Cierra los ojos de nuevo y ya no sé qué hacer, tiene que reaccionar de alguna forma, insultarme, pegarme, pero necesito que haga algo.

- No puedo permitir que el tiempo pase y que finalmente suceda algo que nos aleje y yo darme cuenta que nunca fui sincero con lo que siento... aunque tu...

- Te amo Pablo, nunca dejé de amarte a pesar de todo lo que pasó. Los amo a ambos.

Acaricia mi rostro, deslizando sus dedos por mi mejilla y mirando cada parte que va tocando. "Los amo a ambos", sonrío por la mención.

- Pablo Alboran y Pablo Moreno... mis Pablos son la misma persona... y sos maravilloso... vos, la música, lo que sos, lo que provocás, lo que me hacés sentir...

Toma mi mano y la lleva a su pecho, puedo sentir los latidos acelerados de su corazón a través de la camiseta, y cada uno de sus latidos acompasándose con los míos, como si fuéramos uno... quizás siempre lo fuimos.

- Mi corazón es tuyo desde ese día que entraste al bar a tomarte todo el Martini. y quizás desde entonces ya estoy perdida... te amo Pablo.

Sonrío, escucharlo me llena de una felicidad inexplicable, me ama, siempre me amó, pero sigo envuelto en sus ojos, un marrón profundo que, aunque me permite entrar aún sigue lleno de misterios ocultando todavía alguna parte que no me permite descubrir. La beso, sintiendo los latidos de mi propio corazón galopando en mi pecho y en mi sien, como si intentara salir, como si intentara hacerme notar que late por ella y golpearme de realidad, de esta realidad que nos mantiene juntos pendiendo de un hilo, como si esperara el más leve viento para caer, caer y destruirse completamente. Curioso que mi vida ahora esté marcada por un viento... Terral maneja mi tiempo ahora, quizás nunca debería de haber usado ese nombre, sonrío en mi interior.

TERRAL - Detrás de la música -Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum