-¿que yo qué?

-¡Chelsea, has jugado con mis sentimientos! ¡dime que pasó hace unos instantes! -tragué saliva-, ¿qué me dirás ahora? ¿que fue un impulso? ¡no puedes querer a nadie porque no puedes dejar de lado tus malditos juegos!

Esta vez, estaba enojado, estaba gritándome.

Sé que no debía permitirle que lo hiciera.

Pero no lo culpo por sentir eso.

-¡si no quieres estar cerca de mí, rechazame de una puta vez para dejar de pensar en ti! para que no me sienta como un idiota enamorado y te deje ir.

-¡ya cállate! -estallé en gritos yo también-. ¿Que no sé lo que se siente? ¿y tú?. ¿Sabes lo que se siente saber que la persona que amas está postrada en una cama, conectado en una máquina? ¿sabes lo difícil que es darse cuenta que destruyes lo que tocas? ¿sabes lo difícil que fue alejarme de ti y dejarte el camino libre para que seas feliz con Cam? No tienes idea de lo difícil que fue escuchar a Cam decirme que tu y ella tenían algo, que habían pasado una noche juntos. ¡Lo sabes! ¡No, no tienes ni la mínima maldita idea, Black!

Ahora me sentía aliviada. Con un peso menos de encima.

Matt solo me miraba con el ceño fruncido y sus ojos cristalizados.

-¿destruyes todo lo que tocas? -preguntó en un murmuro.

Bajé la mirada y sorbí por mi nariz.

Asentí.

-por mi culpa estuviste en ese lugar. Por mi culpa tuviste ese terrible accidente, porque te lastimé como lo estoy haciendo ahorita -murmuré-. Yo sí estuve en el hospital, estuve desde que pasó todo, no me moví ni un momento, pasaba todas las noches ahí rogando porque te pusieras bien.

-¿que estás diciendo?

-Matt yo no te abandoné y no sabía porqué no podía hacerlo. Hasta que un día llegó Cam a verte...tuvimos una pequeña discusión y fue cuando ella me hizo ver que todo había pasado por mi culpa. Fue entonces que decidí alejarme de ti, para que dejaras de sufrir por mi culpa -dije mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla-. Para que dejara de destruir lo que tocaba. Porque tú si eras importante. -susurré y me solté a llorar.

Esta vez sin callarme, sin decirme a mi misma que tenía que tranquilizarme, quería desahogarme, quería dejar de sentirme así.

Matt se acercó a mi y me jaló del brazo para rodearme con los suyos. Acariciaba mi cabello mientras me susurraba que todo estaba bien. ¿No me había escuchado? ¿porqué no se da cuenta que por mi culpa él estaba entre la vida y la muerte?

Lo empecé a empujar y a golpearlo en el pecho para que se alejara de mi, pero él ponía resistencia y me abrazaba con mas fuerza.

Dejé caer mis brazos a los costados y dejé que mis lágrimas mojaran mis mejillas, lo rodeé y lo abracé con la misma fuerza de la de él y me aferré a su cuello.

Cerré los ojos cuando escuche los sollozos de Matt y mi hombro estaba húmedo por sus lágrimas.

Ahora me doy cuenta.
A los dos nos duele por igual.

Matt se separo de mi y tomó mi rostro entre sus manos y limpio mis lágrimas.

-ya basta. Ya no llores -murmuró con su voz quebrándose- . Tu no tienes la culpa de nada lo que has mencionado.

-¿que no? Si no hubieras pensado que él y yo...que yo sentía algo por él...

-shhh, Chelsea, ya callate -junto su frente a la mía y cerró los ojos-, no digas tonterías, no fue tu culpa. Nunca te culparía por algo como eso.

Sorbí por mi nariz y negué en completo desacuerdo con él.

¿Como podía seguir diciendo eso?

-¿entonces porque me siento culpable? Cam tenia razón...

Se separo de mi y me miró horrorizado. Aproveché su lejanía para ser yo misma quien limpiar mi rostro.

-eso no es cierto. No destruyes lo que tocas. No vuelvas a decir algo como eso.

Me volvió a atraer hacia él y volvió a abrazarme. Esta vez el abrazo fue tranquilo, fue reconfortante.

-te amo tanto, Chelsea -murmuró en mi oído. Sonreí y lo apreté mas a mi-. Te amo en serio, preciosa. No vuelvas a llorar por esto. No me gusta verte llorar.

-yo también te amo -solté.

Se separó y me miro con el ceño fruncido, pero podía notar cierto brillo en sus ojos miel.

-¿que?

-te amo, Matt. -repetí- No me preguntes desde cuando, solo sé que de pronto te necesitaba siempre conmigo. No sabes lo difícil que fue saber que las posibilidades que te recuperaras no eran muchas. Si algo te hubiera pasado yo...

-no, no digas eso. Eso ya no importa -dijo-. Me amas. ¿Me...amas?

Se acercó a mi y sus ojos se posaron en mis labios.

-dímelo de nuevo -murmuró-, por favor.

Mi corazón estaba a mil por hora y de pronto todo se centro en mis deseos de volver a sentir sus labios sobre los mios.

-te amo. –repetí murmurando. Mi pulso recorría mis venas con una fuerza impresionante. Era algo totalmente inexplicable lo que sentía ahora, es un sentimiento extraño, felicidad acompañado con otra cosa...al fin hacia caso a lo que en verdad sentía –. ¡Maldita sea, Matt! Te amo.

Matt ladeó su cabeza y acoplo sus labios a los mios perfectamente. Rodeé su cuello con mis manos atrayéndolo mas a mí.

Sonreí en medio del beso.

Sentía que ahora las cosas iba a ir mucho mejor.

El Jefe 2Where stories live. Discover now