Capitulo 12
El día poco a poco se fue oscureciendo. Las nubes grises cerraron por completo el cielo azul que en la mañana podíamos admirar, truenos y relámpagos también se escuchan, mas sin embargo, no llueve. Y agradezco eso, no quiero caminar hasta el departamento y llegar toda mojada, además al salir de aquí quiero ir al supermercado, Sam casi no tiene comida y tampoco tiene juguetes para que se entretenga. Se queda solo toda la mañana y un juguete no lo haría mal. Acepté la invitación que Chelsea me ofreció. El basketbol no es lo mío. Nunca lo fue, no puede practicarlo, ahora verlo sería un tanto aburrido. Pero Chelsea se le veía muy entusiasmada, y no es justo que a todas las invitaciones que me ofrezca, mi respuesta siempre sea una negativa.
Metí los papeles de las gráficas de los clientes en un folder, tenía que llevárselos a Ernesto antes de irme, si tan solo lo vieran se volverían locos, Cristopher y él. Los clientes ligeramente han bajado, es obvio, estamos en otro lugar en donde los clientes que nos visitaban con frecuencia están en otro país. Pero ellos no pensarían en eso, solo pensarían en que han perdido mas personas de los que se imaginaban, y eso causaría un caos. Nos presionarían más. Me puse de pie y tome el folder en mis manos, al empezar a caminar solamente sentí un fuerte empujón haciendo que el folder cayera al suelo. Alcé la vista y solo vi al hermano de Bryan Black. Era...¿Matt?
–Dios lo siento tanto. –se disculpó. Se agachó para recoger el folder y luego me lo dio– En verdad no te vi. Es que salí de la oficina de tu jefe y venía casi corriendo. Lo lamento.
¡Wow! este chico si que habla rápido. Apenas y le entendí lo que me había dicho. Pero sé que es porque estaba intentando disculparse. Sonreí y agité las manos para indicarle que no pasaba nada.
–no importa, sé que no lo hiciste a propósito. –finalmente él sonrió dejando escapar un suspiro.
–pensé que te molestarías.
–solo fue un accidente, no hay alboroto por eso. –aclaré.
–si pero, tu amiga es un poco "amargada" y ya sabes...pensé que tu serías igual –dijo. Tenía ganas de ponerme a reír. Le acababa de decir "amargada" a Chelsea. Si ella lo hubiera escuchado ya estuviera muerto.
–¿como? ¿ya has hablado con ella?
Asintió.
–dos veces. Y la última no fue muy agradable. Bueno, yo si, intenté hacerla cambiar su humor pero solo se enojó aún más –contó. Sonreí. Sí, así era Chelsea. Y eso que él no sabe que supuesta mente ella no lo soporta.
–solo tienes que evitarla. Chelsea siempre ha sido así, así me ha contado que siempre ha sido.
–¿siempre ha sido así?...¿nunca ha tenido a nadie...? en su vida quiero decir. –sabía que no era algo de mi incumbencia, pero Matt no era alguien que divulgaba las cosas, se le notaría si su intención fuese otra.
–nunca ha tenido a nadie. –confirmé– pero no por su carácter, si no que Chelsea...creo que ella tiene que decírtelo.
Concluí.
–¿¡en serio crees que me contaría algo?! no sé porque me detesta tanto. –dijo alterado. Reí.
–acércate a ella. No eres mala persona, ella se dará cuenta y bueno...podrán charlar.
–el único lugar en donde la veo es aquí. Y siempre está que se la lleva el diablo. –dijo
–bueno ve al juego de basketbol. –juro que eso no planeaba decirlo. Solamente salió de la nada de mi boca. De mi torpe bocota. Matt me miró.
–¿al juego de los Lakers?
¿En serio? hubiera ayudado si no supiera cual juego. Pero como todo me sale mal. Asentí.
–no sabía que a ella le gustara eso. Bueno, entonces creo que tengo una oportunidad. Gracias, muchas gracias...
–Jullie –completé.
–muchas gracias Jullie. –dijo para luego caminar de nuevo hacia la salida.
Chelsea me va a matar.
