Capitulo 39
Colgué la llamada con la duda persistiendo en mi pecho. ¿Porqué querría verme ahora? ¿porqué en su casa?
No es que siempre piense lo peor de las cosas, pero hace mucho tiempo que Cooper y yo quedamos como unos completos extraños, y francamente tenía por seguro que eso nunca más podía cambiar. Nos lastimamos el uno al otro, yo mintiéndole y él por haberme ofendido como lo hizo.
La única forma de averiguarlo es ir a dónde él me pide.
Mi vista se encontró con Jullie en el marco de la puerta con su rostro desconcertado.
–¿quien era? –preguntó cruzándose de brazos.
Dejé el celular en la mesita, al lado de mi cama y saqué mi toalla y empecé a buscar mi ropa.
–era Cristopher.
Jullie alzó las cejas.
–¿a si? ¿y a dónde piensas ir?
Paré un momento de hacer todas esas vueltas y la miré. Esta vez estaba seria.
–me pidió que fuera a su casa. Dijo que necesita hablar conmigo.
–¿y piensas ir? –fruncí el ceño–, después de todo lo que pasó piensas aún darle mas prioridad. Créeme Chelsea, me confundes.
–solo quiero saber porque necesita verme con tanta urgencia, Jullie. Es todo, no es para tanto.
Me defendí.
–¿que pasará con Matt?
¿Qué?
–¿qué pasa con él? –Jullie se frunció de hombros.
–eso es lo que quiero saber. Dices que lo quieres pero quieres ver a quien antes te importaba demasiado.
–lo que siento por Matt no tiene nada que ver con que quiera ver a Cristopher hoy. Eso no va a cambiar nunca –dijo con un suspiro–. Lo que siento por Matt eso algo aún mas fuerte que yo. Nunca sentí esto con Cooper, y nunca va a suceder.
Jullie caminó y se puso frente a mi.
–sabes que siempre voy a apoyarte en todo lo que decidas –dijo sonriéndome por un momento–. ¿Pero qué pasará si Cristopher quiera volver a intentarlo contigo? ¿si quiere empezar desde cero, qué le responderías? ¿qué pasaría con Matt?
¿Porqué tanto interés en Matt?
–¿qué es lo que hizo Matt para que lo defiendas tanto? –solté con una risa, aunque la duda me estaba dando vueltas una y otra vez por la cabeza.
–este tiempo me he dado cuenta que él en verdad te quiere, Chelsea –aclaró–. No creo que Cristopher se merezca otra oportunidad. Pero como te dije, acepto y te apoyo cualquiera sea tu decisión.
* * *
Al llegar frente a la puerta presioné el timbre y una melodía se escuchó. Admiré la estructura de la casa, si que era gigante. Con muchas ventanas en, me imagino, cada cuarto. La puerta se abrió dejando ver a Cooper vestido informal. Con un jeans negro y una camiseta verde. Sonrió al verme.
–sí veniste. –mencionó.
–usted me lo pidió. Es mi jefe –respondí obvia. Cristopher aclaró la garganta y abrió mas la puerta para invitarme a pasar. Cerró la puerta detrás de mi, mis ojos se había enamorado profundamente de esta casa. Era gigante, literalmente. Y las gradas a la segunda planta parecían de cristal de lo bien pulidas que estaban. Ambos nos sentamos en el sofá. Un suspiro sale de mis labios al no saber que decir, un silencio totalmente incómodo se formó en el ambiente.
